La compra de una bici provocó la caída del mayor laboratorio de billetes de 500 falsos
Fabricaron 8 millones de euros de tal calidad que no los detectaban ni los cajeros
La compra de una bicicleta eléctrica pagada con dos billetes de 500 euros le costó a un grupo criminal que su chiringuito se desplomase. Era el laboratorio más importante y activo de Europa de la última década en la producción de billetes falsos de 500 euros, de «altísima calidad», según Policía Nacional y Mossos ‘Esquadra, responsables de la investigación. Se detuvo a doce personas, entre las que están el presunto impresor y los distribuidores, que fabricaron ocho millones de euros y consiguieron colar buena parte en el circuito financiero.
La investigación Casino-Centinela tuvo el punto de inflexión el 12 de agosto de 2021 cuando uno de ellos compró la bicicleta en una tienda de las afueras de Barcelona. El vendedor descubrió al ir al banco que el dinero era falso y las cámaras habían grabado al comprador. Dos días después, un vecino de Cervelló encuentra en el jardín de una vivienda una bolsa con 4.350.000 euros falsificados, también en billetes de 500 y alerta a los Mossos. Parece casual, pero no lo es. El dueño de la casa había sacado la mercancía, alertado por su compinche que nada más quedar en libertad le llamó para avisarle. Él había cogido a hurtadillas dos billetes de esa mochila.
El ADN hallado en el interior de la bolsa lleva hasta la identificación de los seis ‘cocineros’ de los billetes. Uno era el propietario de la casa, otro vivía en Sant Cugat y los otros cuatro en la Comunidad Valenciana. Estos últimos habían coincidido en la prisión de Picassent y fraguaron amistad. Tomás, el impresor, detenido en 2009 por los mismos hechos, cumplió condena, salió en 2017 y montó de nuevo el negocio con sus colegas expresidiarios. El segundo también había sido arrestado con 700.000 euros falsificados; otro, con billetes de 50 y el cuarto por corrupción de menores. Había sido extraditado a España tras huir a Guatemala, donde trabajó en un orfanato.
Las pesquisas empezaron a mediados de 2021 al detectarse la circulación de billetes falsos de 500 euros por toda España por parte de Policía Nacional. Los agentes contaban, además, con la identificación del principal sospechoso y descubrieron que el nuevo billete falso tenía muchos nexos con los intervenidos en 2009. La investigación se cruza con la de la Unidad de Falsificación de Moneda de Mossos y los análisis confirman que la adulteración es idéntica.
El impresor volvió a reunir al grupo y montó un laboratorio en Valencia. En tres meses de producción, imprimieron ocho millones, destinados a la comisión de delitos, como la compra de droga y también a la introdución en el circuito financiero. El cabecilla vivía en un chalé de lujo de Altea (Alicante) y desde ahí negoció para conseguir más financiación de un grupo de narcos del Este. Los 4,3 millones de la bolsa eran parte del pago.