Las otras instituciones en las que Francisco ordenó cambios
Las instituciones de laicos, los movimientos y las nuevas comunidades proliferaron con Juan Pablo II, que las apoyó para incidir en ámbitos de la sociedad a los que la Iglesia no llegaba con el trabajo de religiosos o parroquias. Con la experiencia de estos años, en junio de 2021 el Papa obligó a revisar sus estatutos para que no haya cargos de gobierno vitalicios y que todos sus miembros intervengan en la elección de los superiores. La medida afectó a más de un centenar de instituciones.
El primero que aplicó el decreto fue el sacerdote español Julián Carrón, que llevaba ya 16 años como presidente de Comunión y Liberación, pues había sido elegido personalmente en este cargo por el fundador, Luigi Giussani. Tras presentar su dimisión, el Vaticano subrayó que el presidente «no hereda el carisma y no es su único intérprete». Mientras se reforman los estatutos, le sustituyó el laico italiano Davide Prosperi. El proceso está siendo más complicado de lo previsto, pues la renuncia no fue comprendida por todos, ni en el Vaticano se comportaron siempre con tacto. El Papa se reunirá con ellos el próximo 15 de octubre.
Aunque no es una institución exclusivamente de laicos, también la Orden de Malta ha tenido que revisar sus constituciones. Tras cinco años de tensas negociaciones, en septiembre el Papa anuló a la cúpula, nombró nuevos altos cargos y convocó un capítulo electivo para enero. Ahora, las mujeres tendrán más participación en la elección del Gran Maestre, que no tiene que tener orígenes aristócratas ni será un cargo vitalicio.