Cataluña dará tres días de baja laboral por duelo gestacional
Cataluña empezará a ofrecer de manera inmediata a las empleadas públicas un nuevo permiso retribuido pionero por duelo gestacional y otro para las menstruaciones invalidantes, similar al que algunos municipios ya están implantando por su cuenta y al que contempla la nueva ley estatal sobre Salud Sexual y Reproductiva.
En concreto, toda mujer que sufra un aborto involuntario a partir de las seis semanas (cuando ya se puede diagnosticar un embarazo) podrá disponer de tres días hábiles y la nueva normativa ofrecerá el mismo derecho a la otra persona progenitora, independientemente de su estado civil, o a un familiar próximo a la persona gestante. Este permiso, que se otorgará en el momento de que una mujer reciba el alta médica, se podrá pedir hasta el día 179 de la gestación, ya que a partir de entonces se puede solicitar la baja por maternidad.
«Este duelo era una realidad hasta ahora silenciada», lamentó ayer la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, durante la presentación de las medidas. Con esta medida la Generalitat pretende equiparar este duelo al permiso por el fallecimiento de un familiar de primer o segundo grado y, a la vez, dar ejemplo para que el sector privado se anime a incorporar este tipo de acciones.
El ejemplo de Nueva Zelanda
Junto a la consejera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, Vilagrà destacó que solo Nueva Zelanda tiene reconocido un permiso tan pionero relacionado con el duelo gestacional, también de tres días.
Además, las funcionarias catalanas que sufran menstruaciones dolorosas que afecten a su salud y bienestar podrán ausentarse hasta ocho horas mensuales, que serán recuperables en un máximo de cuatro meses y con franjas mínimas de 30 minutos. Para justificar estas ausencias solo hará falta una declaración responsable, que se tramitará de manera telemática.
Aunque es similar a lo contemplado en la ley del aborto, la diferencia está en que la Generalitat lo plantea como un permiso laboral y no como una baja médica. Ambas consejeras resaltaron que en Cataluña ya existen permisos similares impulsados desde municipios: se calcula que una veintena de ayuntamientos ya tienen iniciativas al respecto aprobadas.