El PSOE aplaza la guerra interna por la ‘ley trans’ pero anuncia cambios: «Es muy mejorable»
Tres leyes de Podemos superan su primer su examen en el Congreso tras el intento de PP y Vox de frenarlas
Las tres leyes sociales de Unidas Podemos pendientes de tramitación parlamentaria pasaron ayer su primera prueba de fuego en el Congreso de los Diputados. La ‘ley trans’, la del aborto y la de bienestar animal seguirán adelante pese al intento del Partido Popular y de Vox de devolverlas al Gobierno presentando enmiendas a la totalidad.
Pese a que era conocido por todos los partidos políticos el rechazo de la Cámara a la devolución de las tres leyes, la clave fue lo que el PSOE defendió desde la tribuna sobre la ‘ley trans’, una de las normas estrella de la ministra de Igualdad, Irene Montero. Fue la diputada socialista Raquel Pedraja la que reiteró en varias ocasiones durante su intervención que la futura norma es «mejorable», pero ante la oposición del PP y Vox de tramitarla, les pidió que aclararan si consideran que una persona heterosexual «tiene más derecho a tener derechos que una persona trans o LGTBI». «Subo aquí orgullosa de pertenecer al partido que ha hecho realidad los grandes avances que en materia de igualdad y derechos LGTBI que se han hecho en este país en los últimos 40 años», espetó la portavoz socialista, sin mayor referencia al colectivo trans, sobre el que se sostiene la mayor parte de la futura norma. Sí que defendió abiertamente que la nueva ley beneficiará, sobre todo a las lesbianas al reconocer, entre otras cosas, la filiación de los hijos sin necesidad de estar casadas.
Desde la bancada popular, la diputada María Jesús Moro justificó que la ‘ley trans’ «no es el camino», recordando que «muchas feministas de izquierda claman» porque se desvía de aquello «que tanto costó conquistar», refiriéndose a la facción clásica del partido y que mantiene enfrentadas a las dos corrientes dentro de los socialistas.
Los populares, al igual que las feministas del partido de Gobierno, se mostraron contrarios al «borrado de las mujeres», considerando que la norma «envuelve de modernidad actuaciones irresponsables» hacia los menores. Precisamente ayer el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se reunió con la Alianza contra el Borrado de Mujeres, que presentó 24 enmiendas para modificar la terminología en la norma y evitar las referencias a la autodeterminación de género.
En la redacción del Ministerio de Igualdad se reconoce el cambio de sexo en el Registro Civil sin necesidad de informe médico o psiquiátrico ni tratamiento médico a partir de los 14 años, pero con un consentimiento paterno hasta los 16. Será libre a partir de 16 años y entre 12 y 14 años precisará de una autorización judicial.
«La biología es real»
Como toda una declaración de intenciones (y de principios), enfundada en la camiseta en la que se podía leer en inglés ‘biology is real’ (‘la biología es real’) se subió a la tribuna de la Cámara Baja la diputada de Vox Carla Toscano. La ley impulsada por Unidas Podemos dará, según defendió, «la espalda a la realidad», y penalizará a quienes «se oponen a ello». La ‘ley trans’ impone así «una única visión del mundo: el de la identidad de género».
«Utilizan de forma miserable la tragedia de las personas intersexuales, de los adolescentes que padecen disforia de género. Los casos son trágicos y lo que debemos hacer es apoyarles y acompañarles», reprochó a Montero. Y recordó que «los niños tienen pene y las niñas vagina», que «la ideología de género es un cáncer», que el de coalición es «el gobierno más totalitario de la democracia» y que su partido, Vox, es «el único que defiende el bien y la belleza».
Irene Montero subió a la tribuna dando por sentado que la ‘ley trans’, aprobada en junio por el Consejo de Ministros, seguiría adelante. «Han presentado dos enmiendas a su totalidad sabiendo que las van a perder, que la ‘ley trans’ será tramitada antes de que acabe este año», recriminó. «Porque somos más en esta cámara y en la sociedad los que queremos que sea ley», pidió a la «mayoría feminista» del Congreso «no ceder ni un milímetro» ante los «reaccionarios» en esta materia. Montero se limitó a advertir a los populares, que, en su opinión, «están siendo devorados por la extrema derecha».