La veteranía del maquinista y las ‘señales singulares’: las claves de la defensa del segundo acusado
El jueves se retomará la vista por el accidente
haya «pedido perdón a las familias» por todas las muertes, pero el inculpado guarda silencio. «No he hablado en el sistema ASFA (menos automatizado que el anterior) «desde un año antes del accidente». «De hecho, el señor Garzón siempre operó trenes al amparo exclusivamente del sistema ASFA en la línea 082», justifica. Cortabitarte echará mano de las estadísticas para dar cuenta de que «la línea era segura». «Desde su puesta en servicio, en diciembre de 2012, habían circulado por ella 8.236 trenes.
Cerca de 450 trenes en prueba durante la fase de explotación comercial y 143 inspecciones. Nunca se registró incidencia alguna entre el punto en que se produjo el accidente y los 10 kilómetros anteriores», sostuvo en su defensa.
Señales «singulares»
Otro de puntos de fricción que el tribunal deberá despejar a la hora de dictar sentencia será si la vía estaba correctamente señalizada, o no. Este debate, no menor, centró la declaración del maquinista, que evidenció que «no había ninguna señal en la vía, absolutamente nada, que indicase que debía reducir la velocidad». Para restarle fuerza a su argumento, la defensa de Cortabitarte sacará a relucir las llamadas «señales singulares». Es decir, indicadores que ubican al conductor sobre el lugar del trayecto en el que se encuentra, tales como el nombre de los túneles que está cruzando o cambios que solo se producen en un punto, y ninguno más, del viaje. «Durante la llamada telefónica el conductor pasó por varios puntos singulares del recorrido con señales únicas que, de haber estado mínimamente atento a la circulación, lo habrían llevado a tener plena conciencia situacional», manifiesta en su escrito, que recoge gráficamente varios de estos cartelones anunciando los nombres de los túneles en los que estaba entrando. «Se ve que hay un cartelón indicando ‘Marrozos’. Evidentemente,
no hay más túneles de ‘Marrozos’ en ese recorrido», recalca.
Carta sobre la curva
Otro de los contenidos que comprometen al exjefe de seguridad y que explican su imputación es la queja escrita que el jefe de maquinistas de Orense remitió año y medio antes del descarrilamiento a sus superiores resaltando que la curva de Angrois era peligrosa. Más en concreto, este profesional se quejó de que no estaba bien señalizada. En la carta se expone que deberían «implantarse señales para facilitar el cumplimiento de las velocidades máximas», porque la existente estaba demasiado próxima a la curva. Sobre la espinosa cuestión, el abogado de Cortabitarte defenderá que «tras ser analizado en profundidad se concluyó que la señalización era correcta» y que «esa comunicación