El metaverso cumple un año sin que se sepa qué es ni cuándo llegará
∑Meta y el resto de empresas buscan estándares para hacer real el nuevo mundo virtual ∑Hay dudas sobre si en 2030 la realidad aumentada será una experiencia tan inmersiva como se esperaba Meta
Octubre de 2021. Después de años haciendo fortuna con los datos de los usuarios, Mark Zuckerberg comparte una larga presentación en la que anuncia que su tecnológica, Facebook, renuncia a su esencia para dedicarse de lleno, o casi, a la construcción del metaverso. Esa suerte de mundo digital en el que, gracias al uso de tecnologías incipientes (y residuales), como la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR), el internauta podrá replicar la vida misma. ¿Por ejemplo? Quedar con amigos para echar partidas de ajedrez mediante hologramas, vestir a sus avatares con ropa exclusiva de las marcas más punteras, hacer turismo por la Antigua Roma o, incluso, practicar ‘cientos de veces’ operaciones a corazón abierto. Todo sin necesidad de levantarse del sofá del salón.
Apenas un año después de que el imberbe genio de la informática dijese esto y mucho más; de que anunciase que Facebook ya no era Facebook y que ahora se llama Meta, las acciones de la empresa han caído, aproximadamente, un 50% y las pérdidas generadas directamente por el metaverso superan los 10.000 millones de euros anuales. En ese tiempo, la firma no ha compartido ningún avance real y palpable para el usuario sobre el proyecto. De acuerdo con tres de los mayores expertos nacionales en esta suerte de tecnología futurista, que han sido consultados por ABC, el mundo virtual de 2022 es, prácticamente, el mismo que en 2021: está en los cimientos. A estas alturas, ni siquiera sabemos a ciencia cierta cómo será en el momento en el que, definitivamente, llegue.
«Meta puso el listón muy alto. Lo que se mostró durante la presentación del metaverso el año pasado casi parecía propio de la película de ciencia ficción ‘Ready Player One’», explica Edgar Martín-Blas, director ejecutivo de Virtual Voyagers, empresa dedicada de lleno a la creación de metaversos y que hace algo más de un año colaboró con Meta en el desarrollo de su plataforma para conciertos y actuaciones en realidad virtual.
Para 2030, momento en el que los analistas dicen que el negocio generado puede alcanzar cientos de miles de millones de euros, Martín-Blas no espera que el nuevo mundo virtual haya llegado al punto de desarrollo que permita que el usuario pueda replicar la vida misma a través de unas gafas de realidad virtual. Señala que «será un canal más» en el que se podrán realizar algunas actividades que «van más allá de internet y del ‘clic’ de siempre. Por ejemplo, se podrá utilizar para ir a algún concierto, realizar compras o para algún tema formativo».
Experiencias superficiales
En la misma línea se pronuncia Laura Raya, directora de los posgrados en Realidades Extendidas del Centro Universitario U-tad. La experta dice que «de aquí a diez años el usuario podrá utilizar varios servicios a través del metaverso. Sin embargo, estos no serán infinitos. Seguramente habrá cosas que un número de usuarios muy grande no pueda hacer porque las infraestructuras no estarán listas para dar soporte a todo el mundo». Raya señala que, actualmente, el metaverso «no existe»; lo que tenemos son prototipos en los que el usuario puede tener experiencias superficiales e inconexas,
Sin duda, es la tecnológica que más fuerte está apostando en la construcción del nuevo mundo virtual.
La empresa, incluso, pone a día de hoy el negocio del metaverso por encima del de las redes sociales.
Cada trimestre se deja miles de millones de euros en su construcción.
pretenden participar en el negocio colaboren y creen unos estándares. Por eso, durante 2022, estas firmas se han unido entre sí para fundar el Metaverse Standards Forum, organización dedicada a promover la creación de soluciones abiertas que puedan ser utilizadas en todas las plataformas del metaverso. El objetivo es garantizar que un usuario pueda saltar sin problema entre las distintas aplicaciones que lo conforman sin necesidad de estar cambiando de cuenta continuamente. Por ejemplo, que pueda estar con un avatar en una fiesta virtual para, a continuación, saltar a una tienda de ropa o a un teatro en VR. Posiblemente, la creación de esta asociación ha sido la novedad más importante en lo que se refiere al nuevo mundo virtual en lo que llevamos de año. También va a desarrollar una «terminología consistente» para el espacio; algo que, queda claro, hace falta.
«Esto ya pasó en internet, donde en su momento se establecieron una serie de usos y de normas para que todo fuese funcional. Gracias a ello, se pretende que el usuario pueda moverse libremente en el metaverso igual que a día de hoy navega por la Red. No como ocurre con los protometaversos de ahora, en los que el usuario tiene que ir cambiando de avatar cuando quiere entrar en cada una de las aplicaciones», dice la directora de posgrados. No obstante, la docente cree que en el futuro «habrá guerra» entre las distintas empresas que actualmente están apostando por la tecnología. Todo para ver cuál de ellas acaba siendo reconocida como la originadora del nuevo mundo virtual. Y todavía falta la entrada, o no, de Apple en el negocio.
La manzana desconfía
De acuerdo con los analistas, la empresa de Cupertino, creadora del iPhone, podría presentar sus primeras gafas de realidad mixta, en las que se conjuga la realidad virtual con la realidad aumentada, a inicios de 2023. Con su entrada en este segmento, la tecnológica pasará a competir directamente con Meta y sus gafas Oculus Quest.
En recientes declaraciones, Tim Cook, director ejecutivo de la firma de la manzana, dejó caer que no tiene mucho interés en lo que propone la competencia. Explicó que, desde su punto de vista, el término metaverso es bastante confuso y, además, no cree que los usuarios quieran vivir «toda su vida» conectados a unas gafas de realidad virtual, ya que es una tecnología que está bien, «pero para determinados momentos».
A diferencia de Zuckerberg, el director ejecutivo de Apple apunta que el futuro de Internet pasará por el auge de la realidad aumentada; es decir, la posibilidad de sobreponer información digital sobre el mundo real, ya sea a través de unas gafas o de la pantalla de un dispositivo inteligente. Los expertos llaman la atención sobre el riesgo de que la visión del futuro de Internet de Apple, empresa conocida por democratizar todas las tecnologías por las que ha apostado, y la de Meta colisionen. «Son dos ideas distintas. Un metaverso basado en AR no es tan inmersivo como en realidad virtual. También es mucho más fácil de implementar y de que los usuarios de a pie lo entiendan y lo usen», dice Gálvez. Al fin y al cabo, esta tecnología ya está disponible en juegos como ‘Pokémon Go’ o en los filtros de Instagram. El director de Virtual Voyagers, por su parte, señala que Apple «seguramente tendrá su propio nombre para lo que venga en el futuro. Probablemente, desde su punto de vista, sumarse al termino metaverso supone llegar después de Meta y otras tantas empresas».
Apple señala que el término metaverso resulta confuso y apuesta por la realidad aumentada como el futuro de internet
ueron innumerables las amantes de Giacomo Puccini. Los amores, celos y pasiones de algunas de sus óperas más famosas, como ‘La bohème’, ‘Tosca’, ‘Turandot’ o ‘Madama Butterfly’, son poca cosa al lado de la infinidad de aventuras amorosas del compositor, nacido en la localidad italiana de Lucca en 1858 y fallecido en Bruselas en 1924. Así lo muestran unas sesenta cartas inéditas enviadas a su esposa y a sus numerosas amantes, que revelan gran parte de la ajetreada vida sentimental del compositor. Las misivas se han descubierto recientemente en la Villa Museo Puccini de Torre del Lago, en la provincia de Lucca, donde se esconden aún muchos misterios de la vida del maestro.
Un primer lote de cartas y documentos musicales se hará público este año, como adelanto de las celebraciones por el centenario de la muerte del compositor, en 2024. «Puccini mantuvo una estrecha correspondencia con muchas personas: con sus mujeres, con su hijo y también con amigos. Las cartas conservadas superan las diez mil. Las más íntimas y privadas, las más censuradas, ven ahora a la luz», explica Claudio Toscani, director del Comité Científico de la Fundación Simonetta Puccini (creada en 2005 por la única nieta del compositor).
FUn gran seductor
Entre las primeras cartas en ser transcritas y catalogadas están las de su esposa, Elvira, y las de su amante Josephine von Stängel. «Mi Elvirita... ¡Cuánto me costó dejarte! Hubiera dado toda mi sangre por poder darte tantos besos en tu bella boquita», escribió Giacomo Puccini en 1885, época en la que estaban separados. La respues- ta de Elvira es apasio- nada: «Ángel mío, camino por la casa llamándote, beso tu retrato y se me saltan las lágrimas».
El compositor tenía fama de ser un hombre encantador, poderoso, seductor y rompecorazones. Él mismo se definía como un «cazador de pájaros salvajes, libretos operísticos y mujeres atractivas». Al crecer su fama, aumentaron también sus aventuras amorosas. En 1891, el contenido de una carta de Elvira tenía un tono diferente a las primeras: «Nunca esperé ser tratada por ti como lo he sido... Pero ya no me quieres, y te aburro con mis quejas». También le escribió: «Tengo la idea de que me has traicionado. Estabas tan apasionado hace unos días, y ahora estás demasiado tranquilo...». Las amantes de Puccini eran en su mayoría cantantes, artistas y señoras de la alta sociedad, como Sybil Seligman, esposa de un banquero inglés, o Rose Ader, una bella soprano de Odenberg (Alemania). Pensando en su voz, Puccini compuso el papel de Liù, en ‘Turandot’. A la soprano alemana, Puccini le escribió: «Mi dulce Rose, ¡mi primera y única mujer que amo en el mundo! Pienso en ti con mucha ternura, sufriendo el pesar de tenerte tan lejos...». Todas sus amantes le escribían cartas llenas de pasión, como Josephine von Stängel, casada con un barón alemán de Múnich y con dos hijas. «Pienso con enorme deseo en ti, en tu dulce amor, en tus ojos y en tus labios queridos», le escribió la baronesa Von Stängel. Con ella su historia de amor duró seis años. En sus cartas, la baronesa, que le inspiró la composición de la ópera ‘La Rondine’,
lo llama ‘Giacomucci’. La baronesa planeaba divorciarse y vivir en Italia. En 1915 le escribe para contarle los detalles de sus prácticas de divorcio: «Ayer fui al abogado... Cuando se enteró de que me divorciaba por ti... Me dijo que es un admirador de tu música y que eres el compositor más grande del mundo. Y entonces mostró un gran interés en mí y dijo que me lo pondrá muy fácil para estar contigo en Italia...».
Es casi imposible hacer una lista completa de las amantes de Puccini. La primera relación extramatrimonial conocida fue con Cesira Ferrani, histórica intérprete de ‘Manon Lescaut’. Luego mantuvo otra historia de amor con la cantante de ópera rumana Hariclea Darclée, que le habría inspirado al maestro para ‘Tosca’. Uno de sus amores más largos fue con la estudiante turinesa Corinna, veinte años más joven, y a la que conoció en un tren.
Oasis y refugio
El período más fecundo para Puccini fue el que vivió en su villa de Torre del Lago, donde se mudó con su esposa, Elvira, y su hijo, Antonio, en el verano de 1891. Inmediatamente, se enamoró del lugar, un verdadero oasis, con una sugestiva vista al lago de Massaciuccoli. En 1899 reformó y transformó la casa en ‘estilo liberty’. Fue su refugio, el lugar de su inspiración artística, donde nacieron varias de sus óperas más bellas: ‘La bohème’, ‘Tosca’, ‘Madama Butterfly’, ‘Manon Lescaut’, ‘La Fanciulla del West’, ‘La Rondine’, ‘Il Trittico’... Es aquí también donde se origina su vastísimo epistolario, con más de diez mil cartas.
La casa fue transformada en museo en 1925 por su hijo Antonio, conservando intacta su fisonomía original, que ha permanecido inalterable a lo largo del tiempo. El archivo de la Villa Museo Puccini ha sido declarado «de especial interés histórico» por la Superintendencia de Archivos y Bibliotecarios de la región de Toscana, ya que constituye un testimonio de ex