La migración pone a España en alto riesgo de gripe aviar
Las aves mueren como nunca en una epidemia inédita que amenaza especies en peligro
« Ha habido cosas sin precedentes este año». La veterinaria Ursula Höfle, investigadora del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), no camufla su preocupación ante la epidemia de gripe aviar que golpea Europa y Norteamérica. La cantidad de aves infectadas, la extensión geográfica y la agresividad del virus H5N1 está siendo inédita. «Este año he diagnosticado gripe aviar en muestras de animales momificados. En hueso y pluma. Significa que tenían una carga de virus altísima, son infecciones explosivas que se desarrollan a lo bestia». La migración otoñal sube otro peldaño el desafío. Y para
España, uno de los principales corredores migratorios del mundo, el riesgo es alto.
Nunca se habían contagiado tantas aves como este año en Europa. Ha habido 2.467 brotes en aves de corral, se han sacrificado 48 millones de aves y se han notificado 3.573 casos en aves silvestres. Lo peor ha estado en el centro y norte de Europa, pero España ha registrado 36 focos en explotaciones avícolas y 85 en aves silvestres, con un número «sin precedentes» durante el verano, según un informe de Sanidad. A ello se suma el primer contagio a humanos en la Península, el de un trabajador de una granja en Guadalajara, confirmado la semana pasada. Porque el riesgo de transmisión a humanos es bajo, insiste el ministerio, pero existe.
Las cifras de infección en aves son tan descomunales que las del último gran brote, en 2016-2017, son las que hoy se pueden dar en un solo país, dice Höfle. El comportamiento del virus ha cambiado. No ha remitido en verano, como debería, y ha continuado circulando. «Nos sorprende. Estamos a la espera de lo que pase, que no se sabe», agrega Höfle.
El otoño y, sobre todo, el invierno es la época de más casos de gripe aviar. En las últimas semanas, Galicia, Cantabria o País Vasco ya han confirmado la detección de gripe aviar en alcatraces, un ave marina de gran envergadura
Gripe aviar en que se encuentra en plena migración desde las islas británicas y Escandinavia hacia el golfo de Guinea. El problema radica en que, «a más aves migratorias, más probabilidad» de que se produzcan positivos o de que se introduzca
El virus está impactando en especies a las que no afectaba, como las rapaces. Se ha diagnosticado hasta en un delfín y una marsopa
el virus en las explotaciones avícolas, explica Aitor Nogales, virólogo del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-CSIC). «El riesgo de aparición de nuevos focos sigue considerándose muy alto», reconoce un informe del pasado día 4 publicado por Sanidad.
La sequía no ayuda a frenar esta cepa de gripe aviar altamente contagiosa. Las aves se concentran en los pocos puntos de agua que siguen resistiendo, facilitando la propagación del virus y elevando el riesgo. En previsión a un otoño-inverno complicado, el Ministerio de Agricultura amplió hace dos meses las zonas consideradas de alto riesgo a marismas, riberas, franjas costeras o lacustres y humedales.
En nuevas especies
Pero, para completar la desazón de los expertos frente al linaje circulante de H5N1, la gripe está afectando a un número inusitado de animales diferentes. «Ha llegado a especies a las que normalmente no afecta. Esta es la primera vez que se detecta en aves como quebrantahuesos», explica Jorge Fernández-Orueta, responsable del Programa de Cooperación Internacional de SEO/BirdLife. También los buitres, tradicionalmente resistentes a la gripe aviar y hasta a venenos como el ántrax, han llegado a caer fulminados. En Europa se han infectado al menos 63 especies de aves diferentes. Se ha detectado hasta en un delfín y una marsopa.
«No sabemos la dimensión que tiene esto en la fauna silvestre», asegura Höfle. En España, el protocolo de actuación en el medio natural es pasivo, al contrario de lo que ocurre para las explotaciones agrícolas, donde sí hay controles rutinarios. «No tenemos una