Taiwán utiliza su fiesta nacional para desafiar a China
Tsai Ing-wen promete resistencia y rechaza la fórmula ‘un país dos sistemas’
Resistencia. O, como dicen ahora, resiliencia. Esa fue la palabra más repetida ayer en el discurso de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, por la celebración de su día nacional. En realidad, lo que se festeja este 10 de octubre, o ‘Doble Diez’, es el 111.º aniversario del Levantamiento de Wuchang, en Wuhan, que acabó con el imperio Qing y trajo la primera República de China.
Pero dicho Estado quedó reducido al pequeño territorio insular de Taiwán cuando su Gobierno del Kuomintang (KMT), dirigido por el Generalísimo Chiang Kai-shek, huyó de China continental tras perder la guerra civil contra el revolucionario comunista Mao Zedong en 1949. Poco después, este fundaba el 1 de octubre de ese año la República Popular China, que desde entonces reclama la soberanía sobre Taiwán.
Tras décadas de reivindicación, que incluso vieron enfrentamientos bélicos e intentos de invasión, la creciente tensión entre ambas partes estalló el pasado verano, cuando Pekín cercó la isla con sus mayores maniobras militares después de la controvertida visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Con ese peligroso bloqueo, que sería el paso previo a una hipotética invasión china, y la guerra de Ucrania como telón de fondo, Taiwán celebró su día nacional haciendo alarde de su soberanía y su sistema democrático.
«Rusia continúa su guerra contra Ucrania y las actividades militares de Pekín en el mar del Sur de China, el mar del Este y el estrecho de Formosa socavan la estabilidad y la paz en la región del Indopacífico. No podemos ignorar de ningún modo los desafíos que esta expansión militar supone para el orden del mundo democrático y libre», alertó la presidenta Tsai en su discurso.
Escalada militar
Ante los asistentes al desfile por el día nacional, pertrechados todos con mascarillas por los protocolos del Covid aún vigentes en Asia, la presidenta taiwanesa criticó las cada vez más frecuentes provocaciones de China. «Es lamentable que, durante los últimos años, la escalada de las autoridades de Pekín en su intimidación militar y presión diplomática ha intentado borrar la soberanía de la República de China-Taiwán, amenazando al statu quo de la paz y la estabilidad en el Estrecho y en la región».La presidenta agregó: «Durante los últimos 73 años, la gente de Taiwán ha vivido junta en esta isla y ha formado un fuerte sentido propio de su identidad y pertenencia. El más amplio consenso entre la gente de Taiwán y sus partidos políticos es que debemos defender nuestra soberanía nacional y nuestro modo de vida libre y democrático. En este punto, no hay espacio para el compromiso», proclamó ante los aplausos de la multitud. Con tal declaración de intenciones, Tsai rechaza de plano la oferta china de reunificación bajo la fórmula de ‘Un país, dos sistemas’, que se ha demostrado una falacia en Hong Kong, y, de paso, la reciente sugerencia del multimillonario Elon Musk de integrarse en China como una «zona administrativa especial».