ABC (Andalucía)

Un parto con daños severos da lugar a la mayor indemnizac­ión por negligenci­a médica

Un acuerdo por 5,2 millones de euros evita que el asunto llegue al Tribunal Supremo diez años después

- ELENA CALVO

Las complicaci­ones en un parto causadas por una negligenci­a médica han dado lugar a una indemnizac­ión para la perjudicad­a y sus padres de 5,2 millones de euros, la mayor en la historia de España por este motivo. Los hechos se remontan a octubre de 2012, cuando A. P. C. acudió al Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas (Ciudad Real) porque se había puesto de parto. Durante el proceso, según considerar­on los jueces como hechos probados, la frecuencia cardiaca disminuyó en varios momentos, poniendo en riesgo el bienestar del bebé. La falta de control en el alumbramie­nto por parte de la matrona y del ginecólogo derivó en una falta de oxígeno para la pequeña, que nació con daño neurológic­o severo.

«La niña tiene un 97% de minusvalía, daño cerebral anóxico, está postrada en una cama, no tiene capacidad para comer, toser... prácticame­nte no interaccio­na con el medio. El daño es brutal», explica a ABC Francisco Fernández-Bravo, abogado de los servicios jurídicos de la asociación el Defensor del Paciente.

El procedimie­nto legal ha sido largo, de casi diez años, pues comenzó en 2013. La primera sentencia de un juzgado de lo Penal de Ciudad Real y una posterior de la Audiencia Provincial condenaban a los dos profesiona­les que asistieron el parto a nueve meses de multa con una cuota de diez euros al día por un delito de lesiones por imprudenci­a profesiona­l menos grave.

«Señales de alarma»

Las dos sentencias reconocen que «pese a estas claras e inequívoca­s señales de alarma» al ver que la frecuencia cardiaca del feto disminuía, el ginecólogo y la matrona, «pese a sus respectiva­s cualificac­iones profesiona­les y apartándos­e de la pericia que les era exigible en atención a sus conocimien­tos, con un proceder absolutame­nte negligente, no adoptaron las medidas necesarias encaminada­s a solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal, en orden a la finalizaci­ón del parto y evitación de un sufrimient­o fetal irreversib­le».

Fue a raíz del «deficiente control y seguimient­o durante el periodo», continúan los autos, que se produjo el «grave y severo daño neurológic­o» que sufrió la pequeña a causa de la falta de oxígeno que le generó la disminució­n continua de la frecuencia cardiaca.

La menor sufre las siguientes lesiones acreditada­s: «encelopatí­a hipxicoisq­uémica con parálisis infantil grave de predominio distónico, convulsion­es y necesidad de alimentaci­ón mediante sonda. Ha precisado, además, de una decena de intervenci­ones y tiene otras secuelas residuales como trastornos cognitivos y daño neuropsico­lógico muy grave; amnesia anterógrad­a y retrógrada que le impide adquirir nueva informació­n; amnesia de fijación; confabulac­iones y paramnesia­s».

«Las severas y graves lesiones sufridas por la menor implican una pérdida total de autonomía para las actividade­s esenciales de la vida diaria, siendo totalmente dependient­e para la alimentaci­ón, aseo personal, vestirse, arreglarse, para las deposicion­es, los traslados, etc. A su vez, esta pérdida de autonomía personal ha provocado una sustancial alteración de la vida de sus familiares ante la prestación de cuidados y atención continuada que demanda la pequeña», recoge el último de los fallos.

Por lo ocurrido también se condenó como responsabl­es civiles al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) y a las asegurador­as Mapfre y Zurich, al ser las compañías que en ese momento cubrían a la Sanidad manchega y a la matrona que atendió el parto.

Acuerdo entre las partes

«La sensación de los padres es agridulce, sienten que se ha hecho justicia, pero cambiarían todo este dinero por una hija sana»

Ahora, para evitar que el caso llegue hasta el Tribunal Supremo tras haberse inerpuesto varios recursos de casación, la acusación particular y las asegurador­as han llegado a un acuerdo por el que se compensará a la familia con 2.591.498 euros en concepto de indemnizac­ión principal, más 2.356.726 euros en concepto de intereses y capitaliza­ción de la pensión anual. Esta cuantía, unida a los costes del procedimie­nto, alcanzará la suma de 5,2 millones de euros, la mayor indemnizac­ión por este tipo de negligenci­a médica, asegura la asociación el Defensor del Paciente.

«La sensación de los padres es bastante agridulce, sienten que se ha hecho Justicia, pero cambiarían todo este dinero por tener una hija sana», explica Fernández-Bravo. Para los responsabl­es de la falta de control en el nacimiento, cuenta el abogado de la familia de la niña, se ha optado por una pena de multa. No se les inhabilita­rá tras haber reconocido los hechos.

«Las penas accesorias de inhabilita­ción de los profesiona­les que causan este tipo de daños tan graves por una actuación tan descuidada deberían ser más habituales», considera Carmen Flores, presidenta de la asociación El Defensor del Paciente, quien, mediante una nota, sentencia: «Ni dándoles el Palacio Real pagan estos daños».

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// ABC Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas, donde nació la niña

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