Los conservadores suecos pactan un Gobierno con el apoyo externo de la derecha radical
El moderado Ulf Kristersson será, previsiblemente, nombrado primer ministro este lunes
Un mes ha estado Suecia enfrascada en negociaciones para la formación de un gobierno. Finalmente, ayer, el líder del Partido Moderado de Suecia, Ulf Kristersson, anunció un acuerdo para formar un Gobierno de coalición en minoría. El nuevo Ejecutivo sueco lo conforman los moderados de Kristersson, los Demócratas Cristianos y los Liberales.
La formación de derecha radical, Demócratas de Suecia, que se convirtió en las elecciones de septiembre en la segunda fuerza más votada, no entra en el Ejecutivo pero sí dio su apoyo para la formación del Gobierno tripartito. Su respaldo es clave para la viabilidad del nuevo Ejecutivo y, aunque no tendrá ningún ministerio, sí tendría cierto margen para nombramientos.
Las cuatro formaciones de derecha juntas ocupan 176 de los 349 escaños en el parlamento sueco, frente a los 173 del grupo de partidos de izquierda (socialdemócratas, excomunistas, ecologistas y centristas).
El líder de Demócratas de Suecia, Jimmie Akesson, reconoció que le hubiese gustado formar parte del Gobierno, pero reivindicó su capacidad de influencia en busca de un «cambio de paradigma», según la cadena sueca SVT.
El acuerdo al que ayer llegó la coalición fue bautizado como ‘Acuerdo de Tidö’, en honor al nombre del castillo donde tuvieron lugar las conversaciones. Según adelantó el diario sueco ‘Aftonbladet’, las conversaciones entre los cuatro partidos versaron sobre siete temas concretos: inmigración, educación, sanidad, energía, clima, economía y derechos y libertades. El acuerdo de coalición, de 50 páginas, incluye propuestas para reducir los impuestos y limitar los beneficios sociales, pero también insiste en la ley y el orden, con planes para tomar medidas contra las bandas criminales. También tiene como objetivo construir más plantas de energía nuclear, en plena crisis energética para toda Europa.
El papel directo en las decisiones de los Demócratas de Suecia en la política marca un cambio histórico en el país, siendo la primera vez que un partido de derecha radical tiene influencia en la agenda del Gobierno sueco. Ya se hizo notar cuando ayer el partido de Akesson anunció que dentro de ese acuerdo de gobierno está la reducción de la inmigración, uno de los principales ejes de su campaña.
«El Gobierno trabajará de forma estrecha con Demócratas de Suecia en el Parlamento y este partido tendrá una oficina de coordinación en oficinas del Gobierno», explicó Kristersson, tras varias semanas de negociación y antes de exponer este acuerdo ante el presidente de la Cámara, Andreas Norlen.
Nombramiento el lunes
Kristersson, que el miércoles había pedido dos días más de plazo para ultimar los detalles de este acuerdo, compareció ante los medios acompañado de los líderes de los otros cuatro partidos que permitirán el cambio político en el país nórdico, gobernado durante los últimos años por el Partido Socialdemócrata de la primera ministra en funciones, Magdalena Andersson
Tras la comparecencia conjunta ante los medios, el líder de los moderados se reunió con el presidente del Parlamento, que en un comunicado confirmó que presentará a Kristersson como candidato final a primer ministro. La votación tendrá lugar el lunes y, al día siguiente, está previsto que tomen posesión los nuevos miembros del gabinete. Kristersson se convertirá en el nuevo primer ministro, un mes después de que la derecha obtuviera una estrecha victoria, derrocando a los socialdemócratas después de ocho años en el poder.
Magdalena Andersson, la primera ministra saliente, consideró como positivo que Suecia haya podido formar un Gobierno, aunque afirmó que las negociaciones estas últimas semanas han estado más centradas en «los problemas internos» de la coalición de derechas «que en las necesidades del país». Andersson en su cuenta de Instagram advirtió de que aunque Kristersson será el primer ministro, «es Jimmie Akesson quien gobernará».