Más de 40 muertos a causa de una explosión en una mina de carbón en el norte de Turquía
Al menos 41 personas murieron y 28 resultaros heridas como consecuencia de una explosión que afectó el viernes a una mina de carbón en la provincia turca de Bartin, en el norte del país. Estas cifras se corresponden al último balance publicado por el Gobierno turco ayer por la tarde.
El presidente Recep Tayyip Erdogan, que se trasladó al lugar de los hechos, anunció la apertura de una investigación para tratar de esclarecer lo ocurrido y determinar si hubo algún tipo de negligencia, según la agencia turca Anatolia. Erdogan prometió previamente que el Estado «protegerá a las familias» de las víctimas, cuyos funerales estaban siendo ya celebrados ayer en los pueblos vecinos. «La mina de Amasra es una de las más avanzadas (...). Pero somos personas que creen en el destino, y este tipo de cosas ocurrirán siempre, hay que saberlo», declaró el mandatario turco ante los familiares de las víctimas que se congregaron en el lugar de la tragedia.
Estallido de grisú
Unos cien mineros se encontraban en el fondo de la galería cuando se produjo el estallido, aparentemente por una explosión de grisú, el viernes a las 18.15 horas locales (15.15 GMT), justo antes de caer la noche, lo que dificultó la búsqueda. La operación de rescate duró más de 20 horas y terminó en la tarde de ayer.
Los primeros mineros que lograron salir y que no estaban heridos participaron en las tareas de rescate. «Estoy bien, quiero quedarme aquí para ayudar a mis compañeros», dijo un hombre con el rostro agotado y negro de hollín, que se negó a subir a una ambulancia, según mostró el canal privado NTV. «Hemos sacado los cadáveres de nuestros compañeros, es una cosa horrible para nosotros», dijo al mismo canal otro minero.
Las autoridades no revelaron aún las hipótesis posibles de la explosión, que habría tenido su origen a unos 300 metros de profundidad.
Numerosos gobiernos y líderes extranjeros expresaron sus condolencias a las autoridades y al pueblo turco por la tragedia, entre ellos los presidentes de Ucrania y de Rusia, Volodímir Zelenki y Vladímir Putin, respectivamente. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, también se mostró «apenado» por la «trágica pérdida de vidas» derivada de este suceso y ha ofrecido sus condolencias a las familias de las víctimas.