La sequía y la subida de precios lastran las primeras monterías
La subida de precios de combustibles y comida afecta también a los cazadores andaluces
La temporada de caza mayor que acaba de comenzar llega marcada por la incertidumbre de cómo evolucionarán unas monterías lastradas por las ventas de puestos, a consecuencia de la subida de precios, y condicionadas por la sequía permanente. La falta de lluvias, unida a las altas temperaturas, empaña un inicio que se afronta con cierta preocupación en el sector.
«Las condiciones no son las más idóneas, pero hay que empezar para cumplir con el calendario establecido porque es imposible poder retrasar las monterías ya solicitadas, aparte de que se generaría un problema a la hora de cuadrar las batidas aplazadas porque hay miles de cacerías autorizadas en toda Andalucía». Así lo explica el responsable del área Cinegético-Forestal de Asaja, Tomás Jurado, quien apunta que «el campo está muy duro y va a ser muy difícil poder realizar la actividad con cierta normalidad».
Además, añade que la sequía ha hecho mella en los animales, principalmente en las piezas reinas de la modalidad de caza mayor: el ciervo y el gamo. La ausencia de agua y, por consiguiente, la falta de alimento se traduce en unos trofeos de menor calidad que la temporada pasada. Jurado indica que es durante el otoño cuando los ciervos y gamos, que todos los años mudan la cornamenta, deben tener una óptima alimentación para que las nuevas astas se desarrollen con fuerza y generen así buenos trofeos. El otoño pasado fue seco, igual que el invierno y el resto de estaciones, lo que hará que este año las batidas de ciervo queden algo descafeinadas por la mala caliad de las piezas. No ocurrirá así con el jabalí.
El delegado de la Federación Andaluza de Caza (FAC) en Córdoba, Francisco Javier Cano, también se refirió a la sequía como una de las responsables del mal inicio de la caza mayor. Apuntó que «las rehalas lo van a tener muy complicado». Cano explicó que la dureza del terreno, unido a la falta de agua, hará que los perros se cansen antes y no se produzcan buenos lances.
Y hay otro factor que ha provocado puestos vacíos en las primeras batidas: la espiral inflacionista. Cano apuntó que «los cazadores tienen que desplazarse a puntos muy lejanos para practicar su afición, por lo que tienen que pagar combustible, comer fuera...»
A ello se une la subida de entre un 20 y un 30 por ciento del valor de los puestos con respecto a la temporada pasada. Así lo confirman los orgánicos consultados por ABC, quienes justifican estas subidas por el sobrecoste que ha supuesto la sequía, con la falta de alimento y agua en el campo, por lo que los responsables de los cotos han tenido que mantener los bebederos siempre llenos con agua transportada, y alimentar con pienso a las reses mediante comederos ante la falta de pasto. El precio de los cátering, que suelen estar incluidos en las monterías, también ha elevado sus tarifas. «Al final todo repercute en el cazador», sentencia Cano.
La falta de agua hace que los trofeos de ciervos y gamos sean menos importantes que otros años, señalan los cazadores
Para este año han subido entre un 20 y un 30 por ciento el precio de los puestos con respecto a la temporada pasada