Oriol Nolis «En TVE hay más libertad que en otros medios»
Su segunda novela, ‘La fragilidad de todo esto’, no es autobiográfica, pero contiene «mucha verdad»
A Oriol Nolis cabe alabarle el buen gusto cinematográfico. El director de RTVE en Cataluña salpica de fotogramas su segunda novela, ‘La fragilidad de todo esto’ (Círculo de Tiza), mejor excusa para hablar que los telediarios. Unas citas son más evidentes y otras están agazapadas, en un libro que no es autobiográfico, pero donde hay «mucha verdad».
Así, Nolis recuerda a los Sycamore de ‘Vive como quieras’. «Sin ninguna duda, mi mayor triunfo es haberme atrevido a vivir como yo quería». Su Óscar de ficción es un periodista de éxito que sufre la enfermedad de su madre y su propia separación. «Es un gay que no sabe relacionarse con su familia, desencantado con el trabajo y con un novio mucho más joven». ¿La libertad tiene un precio? «No veo alternativa. Ni siquiera he escogido».
«Una de las dificultades era aproximarme a lo vivido, pero sin morbo ni caer en la autocompasión o la pornografía sentimental», describe. «Trato determinados temas y escribo en primera persona, sin esconder lo que pueda tener de autobiográfico. Puede tener un punto impúdico, pero el libro es muy poco morboso».
En RTVE, Nolis presume de haber trabajado en etapas muy distintas, con Julio Somoano, Fran Llorente, Begoña Alegría, Gundín .... «No seré nunca dócil y he podido discrepar, pero siempre con lealtad».
Tampoco es ajeno al descenso de la audiencia. «Espero y deseo que sea reversible, porque una televisión pública fuerte es buena para la democracia. Claro que es preocupante, pero el estándar de calidad no lo tiene ningún otro canal. Nos penaliza estar siempre en la picota, sometidos a un enorme escrutinio. Eso no deja ver la libertad con la que trabajan los periodistas de RTVE, que no hay en otros medios. Eso redunda en que estemos elaborando los mejores informativos que se hacen en España».
¿La baja audiencia es culpa del público? «Todo no lo habremos hecho bien, pero nos penaliza que nos cueste hablar bien de nosotros mismos. Por otro lado, a todos nos gusta escuchar o leer lo que nos reafirma en nuestras opiniones. Es sano practicar la dieta informativa, peinar todos los periódicos o más de un informativo, no reafirmarme en lo que ya pienso».