Las feministas socialistas claman contra el PSOE : «Es una burla»
Las feministas socialistas se plantan contra su propio partido por la ‘ley trans’. La Asociación Española de Feministas Socialistas (FeMeS) ha emitido este viernes un comunicado en el que califican la posición del PSOE de «una burla al movimiento feminista, a los profesionales de la salud y del ámbito jurídico, a las familias ya afectadas por el «contagio social trans» y, en definitiva, a la inteligencia de este país».
La asociación, de la que forman parte históricas del PSOE como Amelia Valcárcel, Altamira Gonzalo, Rosa Peris o Yolanda Besteiro, entre otras, denuncia que el partido del Gobierno no pretenda modificar, a través de enmiendas, la autodeterminación de género en la ‘ley trans’, sino que solo presente «enmiendas cosméticas sin abordar con seriedad el núcleo central de la discusión de esta ley».
Según el comunicado, la actitud del PSOE es «una huida hacia delante por pura cobardía». Pero la asociación critica además que se utilice la violencia de género «para distraer y evitar abordar los auténticos problemas» de la ‘ley trans’, lo que tacha de «ruin».
Se refieren en este punto a las dudas que existen en el partido sobre el tratamiento de algunas violencias, como la de género, y su posible equiparación en la norma con la violencia intragénero, es decir, aquella que se puede dar en las parejas homosexuales, tal como ha explicado ABC.
Para FeMeS, la posición del PSOE sobre mantenerse inmóvil ante la autodeterminación de género es «inaceptable». Consideran además que la ‘ley trans’, en los términos en los que está redactada, tiene «claros visos de inconstitucionalidad», «atenta a los derechos de las mujeres» y «desprotege a la infancia».
Por todo ello, las feministas socialistas alertan de que se trata de «una ley que nace muerta» y acusan al PSOE de ser «políticamente irresponsable». Advierten además al partido de que no van a poder cerrar el debate social generado por la norma: «Una ley que no atiende al sentido común, que no tiene en cuenta el malestar público y que no atiende las justas reivindicaciones que hoy son objeto de debate no puede vencer ni convencer».