Investigan las causas del accidente del piloto estrellado en la provincia de Zamora
El cuerpo estaba junto a la avioneta que se buscaba desde el miércoles
Los peores presagios se han cumplido. Localizado sin vida el piloto desaparecido desde el miércoles en torno al mediodía, cuando volaba entre Lugo y Córdoba y, a la altura de la provincia de Salamanca, decidió regresar a base por las malas condiciones meteorológicas en un día de lluvia y viento. Tras cerca de dos días de búsqueda, sobre las 15.20 horas de ayer era avistada la avioneta por un helicóptero del Servicio de Emergencias de Castilla y León que participaba en el amplio dispositivo desplegado por tierra y aire. Poco después se localizaba el cuerpo de Santiago Durán, de 36 años y origen sevillano. Se investiga qué sucedió para que el aparato que pilotaba, un monoplaza Thrush 710P con matrícula EC-MXL, con cuatro años de antigüedad y dedicado a la extinción de incendios, se acabase estrellando con su piloto y único ocupante a bordo en la sierra de Porto, en la comarca zamorana de Sanabria, en el límite con la provincia de Ourense.
Fue uno de los helicópteros de Emergencias que participaba en el dispositivo de búsqueda el que avistó los retos del aparato. Estaban en una zona de alta montaña y de imposible acceso por carretera, dentro del término municipal de Porto de Sanabria. Faltaba por comprobar si Santiago estaba también allí. Sí. Así lo certificó un equipo de rescate que pudo aterrizar cerca del lugar del siniestro. Junto a los restos del aparato, totalmente destrozado, según atestiguan las imágenes, el cuerpo sin vida de un hombre.
La dificultad de acceso–es imposible hacerlo por tierra– complicó mucho el rescate de los restos mortales del piloto. A lo agreste del terreno en la zona de Peña Trevinca se unió el tiempo, con niebla y lluvia, que también complicaron las labores de búsqueda durante casi dos días, desde que se perdió la pista a la avioneta de extinción de incendios. La Guardia Civil se encargó de gestionar el rescate del cadáver a través del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM), pues el acceso sólo era posible con helicóptero.
También la Benemérita es la encargada de la investigación de las circunstancias del siniestro, en colaboración con la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, bajo la tutela del Juzgado de Instrucción de Puebla de Sanabria. En el Instituto Anatómico Forense de Zamora, realizarán la autopsia al cadáver de Santiago, cuyo fallecimiento lamentaron ayer autoridades de distintos puntos de España. También la compañía PLYSA, a la que pertenecía el aparato siniestrado en el que volaba el piloto, vecino de Ginés (Sevilla), donde las banderas ondean a media asta en señal de duelo.
Santiago tenía «gran experiencia» en la extinción de incendios. Trabajaba como piloto del avión de coordinación Sierra 8, con base en la capital sevillana.
Vuelo de traslado
El aparato fue hallado en una zona de montaña y de imposible acceso por tierra en Porto de Sanabria, cerca de la provincia de Ourense
El monoplaza que manejaba estaba adscrito a la extinción de incendios y había trabajado para la Xunta de Galicia. Cuando se precipitaron los hechos, realizaba un vuelo de traslado entre las bases de Doade (Monforte de Lemos, Lugo), de donde despegó a las 11.35 horas del miércoles, día 19, y la de Córdoba. Pero a la altura de Salamanca, debido a las malas condiciones meteorológicas decidió dar la vuelta. En el vuelo de regreso fue cuando se le perdió la pista. El último contacto, a las 12.30. La hora y las rutas habitualmente utilizadas por la compañía en sus vuelos permitió ir centrando la búsqueda, que comenzó sobre una gran superficie triangular entre Lubián (Zamora), A Gudiña (Orense) y la provincia de León. Al no dar resultados, se llegó a ampliar a Portugal, con unos 180 kilómetros cuadrados con muchas zonas escarpadas y con la niebla presente. Ya ayer, las labores se centraron más en la comarca de Sanabria, donde finalmente fueron localizados los restos del aparato y el cuerpo sin vida del piloto.
El amplio dispositivo de búsqueda incluyó efectivos por tierra y aire de la Guardia Civil, el Ejército del Aire, helicópteros de la Junta de Castilla y León, agentes medioambientales, así como brigadas forestales de Galicia y varios drones.