Blas de Lezo, el militar español invicto
La muestra se puede ver hasta el 30 de octubre en la Universidad Abat Oliba-CEU
Hasta el 30 de octubre se puede ver en la Universitat Abat Oliba CEU la exposición ‘Blas de Lezo. El valor de mediohombre’, una muestra promovida por Acción Cultural
Española, con el apoyo del Museo Naval, dependiente del Ministerio de Defensa, y que pone de relieve la figura de un militar español invicto que ha pasado a la historia como una leyenda, ya que ganó a Inglaterra en la defensa de Cartagena de Indias a pesar de haber sufrido anteriormente graves mutilaciones: era tuerto, tenía inmovilizada una mano y le faltaba media pierna. De ahí el apelativo ‘mediohombre’ con el que se le conocía.
El rector de la Universitat Abat Oliba-CEU, Rafael Rodríguez-Ponga,
y el delegado de Defensa en Cataluña, el capitán de navío José Luis Barón Touriño, inauguraron la exposición en un sencillo acto celebrado en el claustro de la UAO CEU. También estuvo presente el jefe de la Tercera Subinspección del Ejército y comandante militar de Barcelona y Tarragona, el general de brigada Joaquín Broch.
La muestra se compone de paneles gráficos e infografías a través de las que se explica la vida del teniente general de la Armada Española, Blas de Lezo (1689-1741). La biografía del militar español comprende notables hechos de armas en el Mediterráneo o el norte de África. No en vano, como ha destacado Barón Touriño, se trata de un militar ‘invicto’. Sin embargo, es la defensa de Cartagena de Indias lo que lo eleva a la condición de leyenda.
En el contexto de la guerra de la Oreja de Jenkins, y en situación de franca inferioridad frente a la flota inglesa, que había desplegado el mayor desembarco jamás presenciado en costas americanas, Blas de Lezo logró organizar la resistencia de una plaza que era considerada la ‘llave de las Indias’. Para entonces, ya había sufrido las mutilaciones que, desde temprana edad, justificaron el apelativo de ‘mediohombre’ con el que era conocido. En Inglaterra ya se habían acuñado monedas conmemorativas de un triunfo que consideraban asegurado y la inesperada victoria sobre la flota británica supuso un importante respiro para la posición española y el comercio con la Indias.