Jóvenes y pymes, los que más sufren la restricción del crédito bancario
Cierra el grifo de préstamos para vivienda al mayor ritmo desde 2008
La montaña de crédito generada desde el Covid-19 ya tiene tope. El ‘Everest’ de endeudamiento que venían forjando especialmente las empresas pero también las familias ha encontrado su techo por la amenaza de recesión y la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). Cada vez más las entidades financieras ponen más condiciones para acceder a los préstamos, con los jóvenes, las pymes y los autónomos como los más damnificados por ello.
Así se desprende de la Encuesta de Préstamos Bancarios, publicada ayer por el Banco de España. «Los resultados de la encuesta muestran que, tanto en España como en la Unión Económica y Monetaria (UEM), los criterios de concesión de préstamos y las condiciones generales aplicadas a los nuevos préstamos se habrían vuelto a endurecer de forma generalizada en el tercer trimestre de 2022», indica el informe. Y el foco se pone particularmente en las hipotecas: «El retroceso de la oferta habría sido de mayor intensidad en el segmento de financiación a los hogares para adquisición de vivienda, que registró la caída más pronunciada desde 2008».
Las razones de las restricciones de crédito, en concreto para vivienda, son varias: «Esta evolución sería fundamentalmente consecuencia de un aumento de los riesgos percibidos, vinculados al deterioro de las perspectivas económicas generales y del mercado de la vivienda, y, en menor medida, al empeoramiento en la solvencia de los prestatarios, a una menor tolerancia al riesgo por parte de las entidades financieras, a los mayores costes de financiación soportados por los bancos y a una menor disponibilidad de fondos». Aun así, eso también se puede extender para los créditos al consumo de los hogares o para los préstamos de las empresas.
Este escenario, sin embargo, no afecta por igual a todos los sectores o colectivos. Fuentes financieras señalan que esta situación de restricción, con mayores exigencias al cliente para darle un crédito, afecta más a los jóvenes –por su menor capacidad de pago y ahorro, además de por su inestabilidad– y a los autónomos y pequeños negocios. En estos dos últimos casos por su escaso músculo financiero y porque vienen ya muy endeudados del Covid.
Asimismo, dentro del ámbito pyme y autónomo son los sectores de hostelería, construcción e industria los que están afrontando las mayores dificultades para acceder al crédito. También coincide con que son los más castigados por las crisis pasadas y actual.
¿De qué manera la banca endurece el crédito? La manera más sencilla de ‘expulsar’ al que tiene un perfil más problemático es aumentándole el coste del préstamo al compás de los tipos del BCE, pero hay otras posibilidades. Una de ellas pasa por exigir cada vez más garantías para otorgar el préstamo.
Y lo que hace la banca para reducir su oferta de crédito también redunda en la demanda de empresas y hogares. Si cada vez es más caro pedir dinero prestado, la demanda bajará.
Desde la patronal bancaria AEB defienden que «los mayores costes de financiación de los bancos, como consecuencia del proceso de normalización de la política monetaria, también limitan su capacidad de dar financiación». Pero, con todo, un portavoz de la organización indica que las entidades «mantienen su compromiso de ofrecer la mejor financiación posible de forma responsable».
La subida de tipos del BCE encarece el coste de los préstamos y provoca también que descienda la demanda de los clientes