Kiko Rivera
Debe ser duro llevar sangre de dos titanes
Ay Paquirrín, Kiko de mis entretelas. Qué susto nos has dado; cómo has dejado el país con la jindama y los rezos. Y es que Kiko Rivera, contigo, en realidad, va esa tercera España, y también con tu madre, aunque andéis de uñas, que aquí los trapos sucios ya sabemos a qué hora y en qué canal se lavan.
Tú has sido y serás la inspiración de muchos, el arte del ‘dolce far niente’ y el ser a la postre, de los tres hermanos, el que más permanece. El príncipe del pueblo, de las discotecas. No eres marinero de luces, o quizá sí, de esas luces de neón de las noches más cachondas. Más que pinchar discos, pinchas felicidad y todo un culebrón para que, entre medias, Jorge Javier Vázquez vaya haciendo de asesor áulico a Más Madrid. Que es que J. J. Vázquez se va radicalizando, y ahora, qué ironía, le ha dado por ser la Agustina de Aragón de la sanidad pública cuando a él, que le dio un ‘tantarantán’ parecido al tuyo, lo intervinieron en la privada.
Tú y tu familia estáis, igual no te lo han dicho, en el hipotálamo de este país desde aquella ambulancia que frenaron los ángeles en la carretera de Pozoblanco a Córdoba. Y después fueron los lloros tras la corrida maldita, las lágrimas de tu progenitora que se volvieron habladurías hertzianas y todo un serial que, repito, hemos vivido delante de nuestras narices.
Dijeron que vivías del cuento hasta hacer sangre, pero debe ser duro en tu historia lo de no ser llamado para la copla ni para el toro; eso y el tener la sangre mezclada de dos titanes; cada uno en lo suyo. Porque también, involuntariamente, pasaste por el Gólgota de la Malaya marbellí, cuando el folclorismo de tu madre, musa de mis cintas y de mi Spotify, entró en los jaleos consistoriales allá por el paraíso del sur.
Uno ha crecido con tu evolución, tus novias, tu autodidactismo en eso que es la vida. Y la vida, no obstante, te ha dado otra oportunidad. Dale las gracias al Dios de las Tres Caídas, a la Trianera.
Si rascas en la verdad, todo españolito te guarda un cuarterón grande de cariño y te desea pronta recuperación.