La Policía impide que la mafia holandesa se asiente en España
La ‘Mocro Mafia’ pretendía desplegar en Cataluña un entramado financiero para blanquear dinero
Tres robos con explosivos en cajeros de Sardañola, Martorell (Barcelona) y Paterna (Valencia) a principios de 2020. Así arrancó la investigación que ha permitido a los Mossos d’Esquadra y a la Policía Nacional frenar los tentáculos de la Mocro Mafia en Cataluña, donde la organización criminal de origen holandés había comenzado a desplegar un entramado financiero, con la colaboración de despachos de abogados, para blanquear las ganancias de su actividad ilícita. Entre otros, en un local de la capital catalana para fumar ‘shisha’.
«Inyectaron dinero en un negocio que ya funcionaba para blanquearlo», explicó ayer el subinspector de la Policía catalana José Merino. La Mocro Mafia, que integran delincuentes de origen magrebí, se instauró entre los años ochenta y noventa en los Países Bajos y Bélgica. «Al principio se dedicaban al tráfico de drogas, pero ahora han expandido su actividad y son pluridelincuentes», precisó el inspector del CNP Esteban Patricio, que señaló que el patrón es el del «uso de la violencia para la consecución de sus fines». Los tentáculos de la Mocro Mafia en España se habían detectado ya en Andalucía, donde la Policía se incautó de 1.600 kilos de cocaína que la organización transportó en drones submarinos. «El sur es su canal para mover los estupefacientes, mientras que en Cataluña querían desplegar la ingeniería financiera para blanquear el dinero», precisó Patricio, que advirtió: «Esto no es más que la punta del iceberg, la actividad de esta mafia pasa por extorsiones, secuestros y asesinatos».
Crimen de un periodista
Cabe recordar que el pasado julio, el CNP detuvo en Barcelona a uno de sus integrantes por su implicación en el asesinato de un periodista holandés, Peter R. de Vries, que investigaba su actividad delictiva. Le descerrajaron cinco disparos, uno de ellos en la cabeza, cuando salía de grabar un programa de televisión en Ámsterdam. El reportero, de 64 años, había recibido amenazas de muerte y, según informó la Fiscalía holandesa, formaba parte de la lista negra que desde la cárcel elaboró Ridouan Taghi, líder de la Mocro Mafia, acusado de narcotráfico.
Las alarmas saltaron en Cataluña cuando los Mossos descubrieron que tras los robos con gases explosivos en cajeros se encontraba un hombre de nacionalidad holandesa, que residía en el territorio. Era el mismo sospechoso de haber perpetrado un golpe similar en Paterna, y por ello investigado también por la Policía Nacional. Fue al no obtener resultados que permitiesen atribuirle esos delitos, como los agentes decidieron abrir otra línea de investigación: la económica, para averiguar el patrimonio del individuo, que vivía a caballo entre Holanda y España. Tanto él como el resto de implicados en el entramado carecían de un empleo que les permitiese mantener el alto tren de vida que llevaban –coches de lujo, motos de agua, joyas–. Así las pesquisas llevaron a los investigadores a detectar los mecanismos de blanqueo: una empresa pantalla para adquirir inmuebles y vehículos de alta gama, e inversiones en locales de restauración, que ya habían iniciado.
«El último objetivo que tiene el criminal es disfrutar del dinero que obtiene, y en este caso lo querían hacer pasar por lícito inyectándolo, con inversiones, en empresas que ya funcionaban», detalló Merino, jefe de la unidad de delitos económicos de los Mossos. Los continuos viajes de los sospechosos a Holanda permitieron destapar su vínculo con la mafia. Fue allí donde la Policía localizó dos millones de euros, escondidos en un zulo. El pasado 13 de octubre explotó la operación –bautizada Tandem por los Mossos y Tecnopat por el CNP–, que se saldó con dos detenidos en La Haya, que ya han ingresado en prisión, así como un tercero que ha quedado en libertad en Mataró (Barcelona), cuyo Juzgado de Instrucción 2 ha tutelado las pesquisas. También con otros cuatro investigados.
Tres robos con explosivos en cajeros pusieron a los agentes tras la pista de un sospechoso con vínculos con la Mocro Mafia
Puerto de Róterdam
Se les imputan delitos de blanqueo de capitales, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal. «Es la primera vez que se detecta a personas vinculadas con la Mocro Mafia con la intención de asentarse en Cataluña», detalló Patricio, para subrayar: «por ello es tan importante una buena investigación económica». Sus tentáculos y conexión con grupos criminales de todo el mundo se extienden desde el puerto de Róterdam, el más importante de Europa en transporte de mercancías. Desde allí, operan con el tráfico de hachís en el norte de África y con el de cocaína en Suramérica.
Dos años de trabajo conjunto, con múltiples vigilancias y seguimientos, han permitido a los agentes atacar la estructura económica de la organización y frustrar así su desembarco en España, con el bloqueo de los negocios que habían desplegado y que les permitían camuflar el origen ilícito del dinero, proveniente del narcotráfico. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.