Alemania cede a China el 25% de la gestión del puerto de Hamburgo
La oposición cuestiona el acceso dado a la naviera Cosco a infraestructuras críticas del país
Después de meses de polémica, el Gobierno alemán ha permitido a la compañía naviera estatal china Cosco la entrada limitada en la empresa operadora de una terminal de contenedores en el Puerto de Hamburgo. Debido a que el trasfondo es la entrada de China en una infraestructura estratégica para Alemania, ha establecido una prohibición parcial: la participación de Cosco en la terminal de contenedores solo podrá ser del 24,9%, en lugar del 35% previsto anteriormente. La entrada de Cosco es tremendamente controvertida incluso en el interior de la ‘coalición semáforo’ formada por socialdemócratas, verdes y liberales.
El ministro de Economía, Robert Habeck, encargado de examinar el acuerdo concluido en septiembre de 2021 entre la empresa de logística portuaria de Hamburgo HHLA y el operador de terminal chino Cosco Shipping Ports Limited en la terminal HHLA en Tollerort, quería en principio prohibir completamente la operación. Sin embargo, según informaciones periodísticas, la Cancillería instó a que se diera luz verde. Según círculos gubernamentales, la prohibición parcial tiene por objeto impedir una participación estratégica y reducirla a una presencia con alcance puramente financiero. Entre otras cosas, deberá prohibirse a la empresa china adquirir derechos de veto contractuales en decisiones comerciales estratégicas o de personal. El canciller Olaf Scholz, quien viajará a China a principios de noviembre y que fue alcalde de Hamburgo entre 2011 y 2018, ha insistido en que «el puerto no se vende».
Acciones en ocho puertos
El Grupo Cosco, de propiedad estatal, también opera la cuarta empresa de transporte de contenedores más grande del mundo. Sus barcos hacen escala en la terminal de Tollerort desde hace más de 40 años. A cambio de la participación, Cosco quiere hacer de ella un punto de transbordo nodal en Europa. Las acciones de las compañías navieras en las terminales son comunes en la logística global de contenedores. La propia Cosco ya tiene acciones en ocho terminales solo en Europa. Pero eso no evita que muchas opiniones sigan estando en contra. «Yo es que no entiendo al canciller», ha sido la reacción del líder de la oposición conservadora, Friedrich Merz (CDU), «otorgar esta aprobación es claramente incorrecto».
Para él, «el foco no está principalmente en los aspectos financieros, sino en los político-estratégicos». La entrada de Cosco es «una cuestión fundamental desde el punto de vista de los intereses de seguridad de la República Federal», ha descrito, añadiendo que «la infraestructura crítica debe ser protegida». La oposición conservadora duda que «debamos dar a ese país más acceso a nuestra infraestructura realmente crítica» y se pregunta incluso si «tenemos que llegar a una reevaluación de la relación con China en su conjunto». Merz también se ha referido a las recientes resoluciones del Congreso del Partido Comunista Chino, señalando que el país se está volviendo «cada vez más represivo internamente» y «cada vez más agresivo externamente». Al mismo tiempo, le preocupa la cuestión de si las empresas estatales chinas pueden invertir en Europa y Alemania.
Hamburgo es el primer puerto comercial de Alemania y el tercero de Europa después de Róterdam (Holanda) y Amberes (Bélgica). Cosco es el primer armador chino. Los partidarios del proyecto alegan que ya existen participaciones chinas en otros puertos de Europa occidental y que Hamburgo podría sufrir una desventaja competitiva. Sus oponentes creen que la situación ha cambiado. La UE concede más importancia a la protección de las infraestructuras críticas desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania. «Es mejor vender el 24,9% que más del 30%, pero es una decisión equivocada», ha juzgado Hofre Anton, presidente de la Comisión Parlamentaria de Asuntos Europeos.
Hamburgo es el primer puerto comercial de Alemania y el tercero de Europa después de Róterdam y Amberes