Putin supervisa ejercicios con disparos de misiles nucleares
El presidente ruso considera que existe un riesgo muy grande de conflicto mundial
El presidente ruso, Vladímir Putin, dio ayer a mediodía desde Moscú la orden de inicio de los ejercicios Grom-2022 (Trueno-2022) con misiles nucleares simulando un «ataque masivo» por parte del Ejército ruso contra objetivos situados en un polígono militar de la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, como respuesta a una hipotética incursión enemiga con armas atómicas.
Casi a continuación, apenas hora y media después, Putin alertó ante los participantes en una reunión del Consejo de Jefes de Agencias de Seguridad y Servicios de Inteligencia de los países de la CEI, muchas de las antiguas república soviéticas, que «el potencial de conflicto en el mundo entero, y a nivel regional, sigue siendo muy alto. Están apareciendo nuevos riesgos y desafíos para la seguridad colectiva –del antiguo espacio soviético–, principalmente como resultado del fuerte agravamiento de la confrontación geopolítica internacional», aseguró en un comunicado el servicio de prensa del Kremlin.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, fue el encargado de reportar al máximo dirigente ruso que, bajo su dirección, «se está realizando un entrenamiento durante el cual se realizará la tarea de lanzar un ataque nuclear masivo por parte de las fuerzas ofensivas estratégicas rusas en respuesta a un ataque nuclear enemigo». «Buenas tardes, comiencen», contestó Putin, según un vídeo en la televisión Rossiya 24.
Según el Kremlin, en el curso de las maniobras «para el adiestramiento de las fuerzas de disuasión estratégica terrestres, marítimas y aéreas –triada nuclear– se llevaron a cabo en la práctica disparos de misiles balísticos y de crucero» con capacidad de portar cabezas atómicas, y todos ellos «alcanzaron con éxito sus objetivos» en el polígono de Kura (Kamchatka).
A este respecto, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, el general Valeri Guerásimov, explicó que en los ejercicios estuvieron involucrados «sistemas de misiles Yars, el submarino Tula de la Flota del mar del Norte y dos bombarderos portamisiles Tu-95MS. De acuerdo con su informe, «un misil balístico intercontinental Yars fue lanzado desde el cosmódromo de Plesetsk y otro cohete Sineva desde el submarino en aguas del mar de Bárents. El avión de largo alcance Tu-95MS disparó misiles de crucero».
Y es que Putin afirmó ayer ante los jefes de la Inteligencia de varios países vecinos que «el estado actual de cosas es consecuencia de un fuerte agravamiento de la confrontación geopolítica mundial: el mundo está cambiando y se está volviendo multipolar». Al mismo tiempo, añadió, «algunos actores del concierto internacional tratan de mantener a toda costa su tambaleante hegemonía, utilizando una amplia gama de métodos y medios políticos, militares, económicos, de información y de distinta naturaleza».
Uso de una «bomba sucia»
A juicio del primer mandatario ruso, «Ucrania ha perdido de hecho su soberanía y está directamente controlada por Estados Unidos, que la está utilizando como ariete contra Rusia, contra nuestro Estado de la Unión con la República de Bielorrusia, y contra la ODKB (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva) y la CEI en su conjunto». Para Putin, Ucrania «se ha convertido en un instrumento de la política exterior estadounidense (...) la verdadera actitud de Washington hacia sus satélites es claramente visible». Declaró durante la reunión que «casi de forma inmediata el territorio ucraniano se ha convertido
Según Putin, el territorio ucraniano «se ha convertido en un campo de pruebas para experimentos biológicos militares»
en un campo de pruebas para experimentos biológicos militares».
El presidente se refirió también, por primera vez desde que sus militares y ministros lo denunciaran el domingo, a las intenciones de Kiev de «utilizar una bomba sucia», artefacto compuesto de desechos nucleares muy radiactivos que se esparcen con la detonación de un explosivo convencional.
Ayer por la mañana, Shoigu había mantenido conversaciones telefónicas con los ministros de Defensa de la India y China, durante las que, según la nota de prensa, «las partes discutieron la situación en Ucrania». El ministro ruso les transmitió «su preocupación por posibles provocaciones de Ucrania empleando una bomba sucia», acusaciones que Moscú no para de repetir desde el fin de semana y que han sido elevadas incluso a la ONU. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, por su lado, dijo que Moscú continuará defendiendo ante la comunidad internacional sus sospechas sobre el supuesto propósito de las tropas ucranianas de hacer uso de una bomba sucia, explosivo al que nunca recurrió un ejército regular aunque sí organizaciones de carácter terrorista.
El jefe de la unidad de protección radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas rusas, el general Ígor Kiríllov, sostiene que Defensa tiene información sobre los planes de Kiev para hacer uso de una bomba sucia y culpar de ello a Rusia. EE.UU., Francia, el Reino Unido y la OTAN han rechazado tal posibilidad y observan más bien que se trata de una táctica de Moscú para utilizarlo como pretexto para una nueva escalada del conflicto en Ucrania.