La presión sobre el BCE aboca a una subida de tipos de 0,75 puntos
Los analistas esperan que el banco aclare si priorizará la economía o el cerco a la inflación
Es probable que el Banco Central Europeo (BCE) suba este jueves las tasas de interés otros 0,75 puntos porcentuales. Los mercados lo han descontado ya y las tasas de interés están subiendo de antemano. Pero el siguiente paso para el banco central será todavía más difícil.
A pesar del amplio consenso interno respecto a la necesidad de otra gran subida, España, Italia y Francia están presionando para que el alza no supere los 0,50 puntos porcentuales. «Casi la mitad de los miembros del Consejo de Gobierno del BCE ya se han pronunciado directamente a favor de una subida de tipos de 0,75 puntos o al menos ha mostrado simpatía por ella», apunta Michael Schubert, especialista en BCE de Commerzbank.
Sin embargo, los gobiernos de estos tres países han dejado caer quejas sobre los efectos que la sucesión de subidas de tipos puede tener sobre sus economías y sobre el riesgo de recesión. El BCE es independiente y solo responde a los votos de los miembros del Consejo, pero no es insensible a las preocupaciones de los gobiernos y de hecho es el primero en advertir que un ciclo de estanflación sería lo más perjudicial para la zona euro.
Desde Fráncfort ya se ha filtrado que será el economista jefe del BCE, Philip Lane, quien propondrá la subida de tipos de interés en la reunión del jueves. «Calificaría de bastante probable un aumento de 0,75 puntos porcentuales», dice Schubert.
Otros economistas y analistas expresan una opinión similar. En una encuesta de la agencia de noticias Bloomberg, 41 de los 43 participantes pronosticaron un aumento de la tasa de interés de 0,75 puntos. «Hay pocas dudas de que el BCE subirá 75 puntos básicos en la reunión de este jueves. Las presiones inflacionistas se extienden por toda la economía europea y las expectativas de subidas de precios se afianzan en los procesos de decisión de los agentes económicos», asegura el jefe de estrategia global de mercado de Natixis IM Solutions, Mabrouk
Chetouane. Advierte además que «aunque el contexto macroeconómico, muy volátil», justifica el enfoque del banco central de ‘reunión por reunión’, el BCE tendrá que aclarar su hoja de ruta.
La gran decisión del BCE
«De cara a 2023, tendrá que elegir entre preservar la estabilidad financiera y luchar contra la inflación en un contexto de alto riesgo especialmente en términos de crecimiento económico». Chetouane cuenta con que el BCE habrá elevado su principal tipo de refinanciación hasta el 3% a finales de año y señala que, para ello, tendrá que posponer temporalmente el ajuste del tamaño de su balance. «Cualquier programa de endurecimiento cuantitativo tendrá que esperar hasta el primer trimestre de 2023, una vez que la mayoría de los ajustes de los tipos de interés hayan quedado atrás», observa. En este contexto, el principal riesgo es que los mercados subestimen la determinación del BCE de elevar los tipos de interés oficiales hasta esos niveles, debido a la delicada situación económica.
Otro problema al que el BCE tendrá que hacer frente con su decisión de política monetaria es a la debilidad del euro. «Un compromiso firme con la reducción de la inflación a toda costa se percibiría como una postura inequívocamente ‘hawkish’ (restrictiva) y apoyaría al euro», interpreta Ebury, la ‘fintech’ global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, que considera que cualquier indicio de que los tipos de interés vayan a subir más del 2% este año y de una forma más agresiva a la que esperan los mercados en 2023 impulsaría una fuerte subida de la moneda común.