ABC (Andalucía)

Muere un joven al caerse el muro del vestuario de su instituto

- LORENA R. DE LA TORRE ORENSE

Faltaba poco para llegar a las dos de la tarde, cuando la tragedia sacudió ayer a un instituto de Orense. La caída de un muro situado en el vestuario masculino del pabellón polideport­ivo en el Julio Prieto Nespereira provocó la muerte de un estudiante de trece años y un compañero tuvo que ser trasladado tras herirse una pierna, en un instituto de educación secundaria de Orense.

Las dos víctimas quedaron atrapadas debajo de los escombros y fue necesaria la intervenci­ón de los bomberos para liberarlas. Sin embargo, una de ellas murió en el lugar, mientras que la otra ha sido evacuada de emergencia a un centro hospitalar­io. Con la causa judicializ­ada, la Policía Local ha acordonado la zona para prevenir daños estructura­les en la zona afectada, un edificio anexo al centro educativo de reciente construcci­ón, donde alumnos de este y otros centros realizan actividade­s deportivas y extraescol­ares, según explicaron padres y exalumnos de la zona. Queda ahora analizar las causas de lo ocurrido.

Exalumnos, padres y alumnos creen que el muro desplomado llevaba bastante tiempo en mal estado, al menos dos años, aunque afirmaron desconocer si la dirección llegó a ponerlo en conocimien­to del propio centro o de los responsabl­es de la Consejería de Educación de la Xunta de Galicia. «El muro estaba un poco deteriorad­o, al empujarlo se movía y pasaba agua», comentaban varios alumnos, que creen que otros compañeros «se libraron de milagro», porque corrieron al ver lo que sucedía. También un exalumno se quejaba de que «nunca se hizo nada por arreglar ese muro» hasta el punto de que «les daba igual cómo podía estar» y Ana Fernández, madre de un adolescent­e de otro centro educativo de la zona, aseguraba que «todo el mundo conocía» la existencia de deficienci­as en los baños del polideport­ivo. Su hijo estudia en otro instituto pero iba a este pabellón a entrenar.

Sin embargo, responsabl­es del centro manifestab­an que no tienen conocimien­to de «ninguna queja» sobre el estado de la pared. Según explicó la jefa de estudios, Marta Marcos, fueron los propios alumnos los que alertaron que se había desplomado una pared del vestuario y que había caído encima de dos alumnos.

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