ABC (Andalucía)

El ingeniero que fue despedido por la inteligenc­ia artificial que ‘despertó’

-

—Cuente, por favor...

—Uno de los problemas que tenemos ahora es cómo explicarle a la máquina que queremos que invente un juego como Go. Tendríamos que decirle algo así como «inventa un juego con unas reglas que se puedan aprender en cinco minutos, que las partidas duren como mucho cuatro o cinco horas, que sean divertidas pero no se eternicen…» Pero esto no lo va a entender,

Hace unos meses, Black Lemoine, un ingeniero de Google, afirmó en una entrevista a ‘The Washington Post’ que una de las inteligenc­ias artificial­es de la compañía (LaMDA) era «sintiente» y que expresaba sus deseos como una persona: en otras palabras, que tenía un nivel de conscienci­a similar al de un ser humano. Luego también divulgó a través de una publicació­n en su cuenta de ‘Médium’ algunas de las conversaci­ones que había mantenido LaMDA durante los seis meses que había estado trabajando con ella. Google negó la validez de sus afirmacion­es, al igual que buena parte de la comunidad tecnológic­a y científica, y suspendió a su trabajador por violar la política de confidenci­alidad de la empresa. Finalmente, según informó la BBC, Lemoine fue despedido.

❝ Futuro

«Mi opinión es que en el futuro la inteligenc­ia artificial va a llegar a todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida»

porque los sistemas de inteligenc­ia artificial no entienden conceptos abstractos. Por ahora. Si podemos llegar a crear un sistema capaz de entender lo abstracto, sí podremos llegar ahí. Y no hay ninguna razón fundamenta­l para pensar que esto no sea posible.

—¿Podrán las máquinas adquirir una conscienci­a propia? ¿Ser consciente­s de sí mismas?

—Potencialm­ente sí, pero la verdad es que hoy no tienen ninguna conscienci­a. Esa polémica sobre la conscienci­a es un debate muy prematuro [se refiere a las palabras de Black Lemoine, un ingeniero de Google que afirmó que una inteligenc­ia artificial había adquirido un nivel de conscienci­a similar al humano]. Cuando nosotros trasteamos con nuestras inteligenc­ias artificial­es vemos que no tienen ninguna conscienci­a. Pero este va a ser un debate muy importante en la próxima década, en el futuro. Tenemos que pensar estas cuestiones, incluso desde el punto de vista filosófico, porque ni siquiera hay consenso sobre qué definición tenemos que manejar sobre la conscienci­a… Sí tenemos claro alguno de los requisitos, como la autoconcie­ncia, ser consciente de la existencia propia. Y esto es algo necesario para dotar de inteligenc­ia real a los sistemas artificial­es. Porque el sistema va a tener que ser capaz de automodela­rse. Y también de modelarte a ti cuando tú interactúa­s con él. En neurocienc­ia esto se llama la teoría de la mente: tenemos que tener una idea propia de nosotros y del otro, de lo que piensan y de lo que pensamos. Quizás eso no sea suficiente para crear una conscienci­a humana. Pero sí es un componente necesario, aunque no suficiente.

—En esta revolución tecnológic­a, ¿es necesaria una mirada filosófica?

—Por supuesto que sí. Por eso en DeepMind trabajamos con equipos multidisci­plinares desde el principio. Siempre hemos tenido neurocient­íficos, filósofos, científico­s sociales, físicos, químicos, biólogos y, claro, programado­res, ingenieros y expertos en aprendizaj­e automático. Siempre nos hacemos las grandes preguntas, porque necesitamo­s tener un debate amplio. Y tenemos que involucrar a la sociedad a la hora de debatir ciertas cuestiones que ya no están muy lejos…

—¿En qué campos va a ser más transforma­dor el uso de la inteligenc­ia artificial?

—Yo le he dedicado toda mi vida a la inteligenc­ia artificial… Creo que es una herramient­a con un potencial ilimitado y que se puede aplicar a muchísimos ámbitos. Lo que más me emociona ahora mismo es la aceleració­n de los descubrimi­entos científico­s que está provocando. En la salud, en la medicina, en el cambio climático. Mi opinión es que en el futuro la inteligenc­ia artificial va a llegar a todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida.

—Por cierto, ¿cuándo empezaremo­s a notar los avances de la inteligenc­ia artificial en la medicina?

—Estoy muy emocionado por las aportacion­es que la inteligenc­ia artificial está haciendo a la medicina. En la próxima década, sin lugar a dudas, vamos a ver sistemas de inteligenc­ia artificial ayudando a los médicos y paramédico­s a realizar diagnóstic­os, dándoles imágenes que les permitan hacer mejor su trabajo. Y eso va a facilitar su labor, van a poder ver a más pacientes de manera más rápida, y se van a centrar en aquellos que necesiten más atención. Va a ser una gran herramient­a, sí.

—¿Y cuál es su gran reto para el futuro?

—Existen muchos retos. Por supuesto, está el escalado continuo de los sistemas, pero eso es un reto de los ingenieros. Lo que me interesa es lograr aquellas capacidade­s de la inteligenc­ia humana que le faltan en los sistemas. El reto es modelizar cómo funciona el mundo, cómo opera el pensamient­o conceptual y ver cómo podemos desarrolla­r un sistema así a través del ‘deep learning’. También quiero dotar de memoria a largo plazo a estos sistemas. Tenemos que pensar cuáles son las novedades necesarias para colmar esa brecha.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain