Un calentamieto del planeta en el Jurásico acabó con varias especies de dinosaurios
Un calentamiento global a finales del jurásico varió sustancialmente la composición de lo ecosistemas continentales, reduciendo la vegetación y conllevando la extinción de varias especies de dinosaurios, tanto hervívoros como carnívoros. Es lo que ha podido constatar un grupo internacional de investigadores en su artículo «Impacto del Evento Jenkyns (Toarciense temprano) en los dinosaurios: Comparación con la transción Trásica/Jurásica«, publicado en la revista Earth Science Reviews.
El investigador de la Universidad de Jaén Matías Reolid es uno de los firmantes de este estudio, en el que se detallan evidencias geológicas del denominado «Evento Jenkyns«, una repentina variación climática ocurrida hace, aproximadamente, 183 millones de años, y de cómo este afectó a los ecosistemas. Un cambio en las temperaturas y las estaciones producido por un notable incremento en la actividad volcánica de la provincia ígnea de Karoo-Ferrar, ubicada en lo que actualmente es el sur de los continentes africano y sudamericano, por aquel entonces unidos.
A consecuencia de ello, las temperaturas aumentaron del orden de diez grados centígrados en un periodo relativamente breve. La tierra se volvió más árida, se incrementaron los incendios, disminuyó la humedad, se sucedieron una serie de fenómenos climáticos extremos, por lo que la mayor parte de la vegetación acabó desplazándose hacia cotas altas en zonas montañosas. Esto conllevó un cambio drástico en los ecosistemas, que acabó con algunas especies de dinosaurios y con el surgimiento de las dominantes durante los siguientes siglos.
«El calentamiento, el incremento de la aridez, los incendios y la lluvia ácida derivada de los gases volcánicos, causaron la pérdida de buena parte de las masas forestales y una disminución de su diversidad. Estos cambios tuvieron un importante impacto en las comunidades de dinosaurios herbívoros y consecuentemente en los carnívoros», explica Matías Reolid.
Eso sí, la vida se abrió paso una vez más y los investigadores muestran cómo, tras el Evento Jenkyns, las comunidades vegetales recuperaron su diversidad lentamente, conforme el clima se tornaba menos cálido y más húmedo, lo que hizo aparecer nuevos herbívoros.