Rusia siembra el terror en Ucrania con misiles guiados y drones suicidas
∑Un grupo de investigadores identifica la unidad secreta que selecciona a los objetivos civiles y marca trayectorias
En su reciente estrategia de destruir la infraestructura estatal de Ucrania, Rusia ha recurrido a drones kamikaze fabricados en Irán y misiles propios. Según revelan ahora dos denuncias separadas, ese tipo de ataques indiscriminados, que han provocado numerosas muertes de civiles y podrían ser constitutivos de crímenes de guerra, forman parte de una estrategia consciente y aprobada desde las altas esferas militares del régimen de Vladímir Putin. Por un lado, un grupo de investigadores ha descubierto la existencia de una unidad que ha fijado la trayectoria de los más de 2.000 misiles lanzados por Moscú contra Ucrania. Por otra parte, EE.UU. denuncia que hay personal militar iraní sobre el terreno en zona ocupada rusa asistiendo en el lanzamiento de drones kamikaze.
Recientemente, en una conversación con periodistas en Washington, un funcionario del Pentágono explicó que la estrategia combinada de misiles contra civiles y drones iraníes suicidas tiene un objetivo primordial para Moscú: «Intentar infundir el terror entre la población ucraniana». Los ataques con misiles y drones suicidas han destruido, según EE.UU., un tercio de las centrales eléctricas de Ucrania y están provocando apagones masivos que afectan a todo el país.
Una reciente investigación ha identificado una unidad de las Fuerzas Armadas rusas como responsable directa de establecer las coordenadas para los ataques de misiles contra objetivos civiles, algo que apunta a la implicación del propio régimen ruso en esos crímenes de guerra. Esa unidad, con una treintena de integrantes, recibe el nombre de Centro Principal
de Computación, y desde sus instalaciones se decide qué municiones utilizar contra objetivos ucranianos, determinando las rutas de vuelo de los proyectiles.
Según el investigador principal de Bellingcat, Christo Grozev, el equipo multinacional de investigación que ha revelado la existencia de esa unidad militar ha trabajado durante cuatro meses sobre registros telefónicos y archivos de escuelas militares del Ejército ruso, hasta dar con los ingenieros militares y oficiales en servicio activo que integran el llamado Centro Principal de Computación. Es llamativo, según Grozev, que entre los perfiles de los soldados de ese centro haya expertos en desarrollo de juegos informáticos.
Un edificio en Moscú
Según las pesquisas del grupo de Inteligencia Bellingcat, publicadas con los medios ‘The Insider’ y ‘Der Spiegel’, ese centro de control responsable de ataques con misiles contra objetivos civiles está ubicado en un edificio de oficinas de Moscú adyacente a la sede del Estado Mayor del mismo Ejército ruso. El comandante de esa pequeña unidad es el coronel Igor Bagnyuk, tal y como afirman las mis
El Pentágono afirma que Rusia ha provocado los apagones masivos para ocultar los desastrosos resultados de su ofensiva
mas fuentes. Los investigadores contactaron con sus integrantes, y solo unos pocos admitieron ser parte del centro de misiles.
Este tipo de agresiones contra objetivos civiles en Ucrania suelen ejecutarse con tres tipos de proyectiles: misiles de crucero de largo alcance Kaliber, misiles balísticos Iksander y misiles de crucero lanzados por bombarderos de la serie Kh. Los investigadores antes mencionados han demostrado que ese centro de control del Ejército ruso está dividido en secciones que corresponden a cada uno de ese tipo de misiles, de los que controlan la trayectoria.
En este mes, Rusia ha intensificado sus ataques contra objetivos civiles tanto con drones kamikaze como con misiles guiados. Solo el 10 de octubre, en una de sus ofensivas más dañinas contra centros de población, Rusia lanzó entre 75 y 80 misiles contra objetivos en toda Ucrania, alcanzando viviendas, empresas e infraestructuras. En uno de los ataques con misiles de crucero más sangrientos, un proyectil lanzado por un submarino ruso mató a 20 personas en la localidad de Vinitsia, en el centro del país.
Para los analistas del Departamento de Defensa estadounidense, estos ataques contra civiles, que han provocado además cortes de electricidad, obedecen a la necesidad de Rusia de desbloquear el punto muerto que se ha alcanzado en el conflicto. «Si bien sigue siendo una lucha dinámica, no ha habido grandes cambios en el territorio. Las fuerzas ucranianas y rusas continúan intercambiando ataques de artillería a lo largo de las líneas del frente, con Ucrania consolidando sus ganancias anteriores», añaden esas fuentes. Las fuerzas rusas están tratando de armar una ofensiva en la parte central del Donbass, pero las contraparte ucraniana mantiene de momento el terreno.
El Gobierno estadounidense no sólo ha identificado restos de drones iraníes Shahed 136 en Ucrania, sino que la propia Casa Blanca ha denunciado que dispone de Inteligencia que demuestra que hay personal de la República Islámica en la península de Crimea apoyando a los rusos en su lanzamiento. Recientemente, el portavoz del Pentágono, el general Pat Ryder, dijo que «estos drones se utilizan como armas psicológicas para crear miedo, pero desde un punto de vista operativo, desde un punto de vista estratégico, sigue sin cambiar el hecho de que las fuerzas rusas sobre el terreno siguen perdiendo territorio o, en el mejor de los casos, manteniendo el terreno».
Los ataques con drones iraníes kamikaze contra objetivos civiles se han intensificado este mes de octubre, según denunció recientemente el enviado de EE.UU. ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. El embajador Michael Carpenter dijo que «obligada a retroceder en el campo de batalla debido al escaso ánimo y planificación, el Kremlin ha redoblado la destrucción de la infraestructura civil con misiles y drones, un intento desesperado de congelar y matar de hambre a la población de Ucrania».
EE.UU. y sus socios han pedido al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que envíe una misión de reconocimiento a Ucrania, para inspeccionar esos drones. De ese modo, podría incluir esos ataques, que violan los términos del acuerdo nuclear con Irán, en un informe bianual de diciembre al Consejo de Seguridad. El Kremlin ha tratado de boicotear ese intento, e Irán niega que haya proporcionado drones a sus socios rusos.