Lula supera a Bolsonaro por seis puntos en la recta final de campaña
El presidente echa el resto en redes sociales y cuenta con el apoyo de estrellas del fútbol
Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro, los dos candidatos a la presidencia brasileña, juegan sus últimas cartas en las 48 horas antes de la segunda vuelta del domingo. El expresidente Lula llega al sufragio con seis puntos de ventaja en las encuestas, mientras Bolsonaro trata de conseguir sus últimos puntos en un debate que puede ser su última oportunidad de reelección. Lula juega por no perder la ventaja cuando casi no hay más votos en disputa. La última encuesta de Datafolha, difundida el jueves en la noche, fue el mejor regalo de cumpleaños del líder de la izquierda brasileña, ahora con 77 años. Lula tiene un 53% de los votos válidos, frente a un 47% de Bolsonaro, que según la encuesta y analistas, tendrá muy difícil alterar ese cuadro. Su principal ventaja en esta segunda fase de la campaña ha sido mostrarse como la opción democrática, frente a un adversario que suele meterse en problemas con las instituciones públicas, con la prensa y con la Corte Suprema.
Lula lidera un frente amplio con el apoyo de viejos opositores, como el expresidente Fernando Henrique Cardoso; la ambientalista Marina Silva, disidente del Partido de los Trabajadores, y Simone Tebet, una candidata de derechas que fue la tercera en la primera vuelta. Su vicepresidente, Geraldo Alckmin, ya fue su oponente en la elección de 2006.
Apostando a la victoria, Lula presentó el jueves una ‘Carta al Brasil de mañana’, un documento en que presenta sus propuestas económicas y responsabiliza a Bolsonaro por la vuelta del hambre a Brasil. Según el documento, «esta no es una elección cualquiera» ya que «están en juego dos proyectos de país completamente diferentes».
Programas electorales
El texto hecho con el objetivo de llegar especialmente a los sectores preocupados con su victoria, como el financiero, se divide en 13 áreas, entre ellas: democracia y libertad, desarrollo económico con inversiones, desarrollo sostenible y transición ecológica, reindustrialización de Brasil y agricultura sostenible. «Somos conscientes de nuestra responsabilidad histórica y, junto con amplias fuerzas que apoyan la democracia brasileña, a partir de un proceso permanente de diálogo y de escuchar a la sociedad, presentamos nuestras principales propuestas para la reconstrucción del país», dice el documento.
Bolsonaro, por su parte, apuesta a un viraje en el debate que será transmitido por la cadena Globo, la más importante de todas. En el encuentro anterior, en la cadena Bandeirantes, Bolsonaro fue considerado el ganador, dejando a Lula nervioso al ser tachado de «expresidiario». Lula estuvo preso entre 2018 y 2019 por acusaciones de corrupción, pero fue considerado inocente en la Corte Suprema.
El equipo de comunicación de Bolsonaro, encabezado por su hijo, Carlos, apuesta en campaña por las redes sociales, gastando alrededor de 9 millones de euros en piezas publicitarias, la mayor parte en Google, dirigidas especialmente a personas a las que le gustan los juegos electrónicos, las luchas y el fútbol, especialmente el club Flamengo, uno de los mayores del país. Bolsonaro le prometió un estadio al equipo.
En los últimos días, mientras Lula ha recibido el apoyo de artistas de teatro y de televisión, Bolsonaro ha conseguido declaraciones y vídeos de jugadores y exjugadores de fútbol, entre ellos Neymar y Marcelinho Carioca, exfutbolista del Corinthians y Flamengo.