Más allá de Biden
Los demócratas intentan limitar daños y conservar la ventaja en el Senado
Dentro de diez días se celebran las elecciones legislativas en EE.UU. A estas alturas es muy posible que los republicanos obtengan la mayoría en las dos cámaras. Los demócratas intentan limitar daños y conservar al menos su exigua ventaja en el Senado. La más que probable victoria republicana dejaría varado a Joe Biden, al perder los apoyos suficientes para sacar adelante sus proyectos domésticos. No obstante, retendría una amplia capacidad de actuar en política exterior y en asuntos de defensa, como dispone la Constitución norteamericana, algo fundamental para seguir liderando exitosamente la coalición internacional de cuarenta países que apoya a Ucrania. Pero el problema de los demócratas a la hora de ganar a un partido republicano dominado por un Donald Trump cada vez más esperpéntico va más allá de Biden. Es cierto que el actual presidente es percibido como un líder débil, al que muchos culpan directamente del alto precio del petróleo y del gas y de una inflación disparada. Los datos económicos de Estados Unidos, sin embargo, son mejores que los europeos y Biden es solo parte de las carencias demócratas.
Como ha explicado Jonathan Haidt, los votantes más de izquierdas –solo un 8% de la población– tienen una influencia desproporcionada en el partido demócrata, en buena medida por su enorme influencia en las redes sociales. Impiden que sea una formación política centrada y siguen sin superar la perniciosa política de la identidad. Entienden solo los problemas de las minorías y nunca se dirigen al ciudadano de a pie, desconectado de su radicalismo y de una visión multicultural de la sociedad. Para estos militantes demócratas la fragmentación de la sociedad es bella y no puede haber terreno común con los rivales políticos. Creen que la decisión del Tribunal Supremo negando que el aborto sea un derecho fundamental y que las investigaciones sobre el asalto al Capitolio por los partidarios de Trump deben ser suficientes para producir un vuelco en las urnas a su favor. Pero Estados Unidos está mucho más polarizado y es mucho más diverso de lo que piensan estos cultivadores de la diferencia.