El IPC se modera hasta el 7,3% en pleno parón del crecimiento de la economía española
La comparación con el mes de 2021, cuando más subió la inflación, favorece el ajuste
El relato de la robustez del crecimiento español se ha quedado finalmente sin el respaldo de la estadística. La economía española creció en el tercer trimestre del año un 0,2% respecto al trimestre anterior, lo que supone 1,3 puntos menos, según el avance del Producto Interior Bruto (PIB) publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y avivó el temor de que la economía pueda entrar en un periodo de destrucción de actividad durante el próximo otoño e invierno encadenando dos trimestres seguidos de contracción, lo que los expertos denominan recesión técnica
Pese al impulso de la campaña turística y al apogeo del consumo privado asociado a este periodo, la economía perdió fuelle de forma significativa durante el verano respecto al fuerte crecimiento del 1,5% con el que salió de la primavera. La economía española ha pasado de un ritmo de crecimiento del 6,8% respecto al año anterior, determinado en parte porque en la primera mitad de 2021 aún persistían restricciones a la actividad por las medidas de contención contra el Covid, a uno del 3,8%, mucho más acorde con el desempeño real de la economía.
El dato avanzado por el INE azuza los augurios trasladados en los últimos días por institutos de análisis y de forma accidental por un alto cargo del propio instituto estadístico sobre un adelanto del frenazo económico que se esperaba en principio para el próximo otoño y un largo estancamiento hasta la primavera.
Estadística advirtió ayer de que el dato de avance del PIB se construye a partir de una visión parcial de los indicadores económicos que se conocen hasta la fecha –la mayoría de los que incluye solo tienen en cuenta julio y agosto– y está muy determinado por el comportamiento del empleo, que como mostró este jueves la EPA ha perdido gran parte del empuje que mostró a principios de año. Según los analistas consultados, el dato definitivo, que incluirá ya la información de septiembre e información actualizada sobre el comportamiento del sector exterior, uno de los principales cimientos en que se apoyan la optimistas previsiones del Gobierno, podría añadir alguna décima más al crecimiento del trimestre, pero sin alterar la tendencia de la economía a frenarse.
La inflación, a la baja
El estancamiento llega, además, con la inflación aún en niveles anormalmente altos. La escalada de precios sí que ha dado un respiro a las empresas y consumidores en el mes de octubre pero todavía sigue lejos del objetivo de bajar el dato al 2%.
Evolución anual del IPC
Índice general y subyacente. Porcentaje 0,6 2012 0,3
General 0,3 0,0 0,2 0,2 2013 2014 0,6 2015
Subyacente 0,7 1,0 2016 1,4 1,7 2017
Según avanzó ayer el INE, el IPC ha alcanzado la cota del 7,3% en el décimo mes del año. La cifra supone que la inflación ha caído 1,6 décimas respecto al mes de septiembre, cuando se situó en el 8,9%. El resultado adelantado –el dato definitivo se publicará el próximo 15 de noviembre– sitúa al IPC en su nivel más bajo desde enero, cuando se estableció en el 6,1%. 2,1 2,4 2018 2019 2020 2021 2022
El IPC subyacente, que excluye los frescos y la energía, se instala en el 6,2% y se resiste a iniciar la tendencia descendente
Ya son tres meses de bajada, aunque esta solo se ha acentuado en los dos últimos. Atrás queda la inflación a doble dígito... pero con una alarma aún encendida. El IPC subyacente, que excluye la energía y los alimentos frescos, se estanca en un elevado 6,2%, lo que muestra una inflación ‘real’ que se está convirtiendo ya en algo estructural.