La eterna pesadilla de los penaltis
Fuera de la Champions por el error de Carrasco, el Atlético es el que más falla desde los 11 metros en la historia de la Liga
¿Quién lanzaría hoy un penalti a favor del Atlético de Madrid en Cádiz? Sería el primero en Liga, ya que de momento esta temporada sólo ha disfrutado (más bien padecido) de dos en Europa. Los dos malogrados: Griezmann al larguero en Brujas y a Carrasco se lo detuvo el miércoles el meta del Leverkusen, provocando la eliminación de la Champions. Los once metros son una suerte históricamente esquiva para los colchoneros, el equipo con peor porcentaje de acierto desde que se instaurara la Liga.
Griezmann es el ‘especialista’ de los colchoneros. Sin embargo, sus números en las penas máxima no le acompañan. Ha fallado seis de sus 16 lanzamientos (sin contar tandas), lo que supone un escaso porcentaje de acierto del 62,50%. Simeone recordó ayer que Carrasco asumió la responsabilidad ante el Leverkusen porque venía de marcar los dos últimos que había lanzado, en la recta final de la temporada pasada frente al Espanyol (en el minuto 100) y el Real Madrid. Pero el belga tampoco era infalible, y ya en la 2016-2017 el guardameta de Osasuna Sirigu le detuvo uno (ese día el portero italiano le paró otro a Thomas...). Así que, con el Atlético, las cuentas no salen: dos de cuatro (50%). En China, eso sí, venía de hacer un pleno de aciertos en diez lanzamientos.
Joao le pidió a Carrasco que le dejara tirarlo. Aunque también sabe lo que es desaprovechar un penalti con el Atlético. Lleva tres de cuatro (75%). Curiosamente, hace justo dos años, en El Sadar, le marcó a Sergio Herrera, pero en la segunda parte el cancerbero rojillo le paró otro. Los mismos números de colchonero tiene Morata: cuatro lanzados y tres convertidos. Sin embargo, en la Juventus el 9 de España tenía un 100% de efectividad (siete de siete anotados).
Sin especialista acreditado
Parece claro, atendiendo a estos números, que el Atlético de Madrid no cuenta en sus filas con un especialista desde los once metros. Lo era Luis Suárez (a la sombra de Messi en el Barcelona), que en sus dos años en el Metropolitano firmó seis dianas de siete penaltis, un 85,72% de efectividad.
Paradojas de la vida, el último penalti transformado en el estadio colchonero llevó la firma de Radamel Falcao, con el Rayo Vallecano. Y sin duda se le echa de menos a la hora de encarar este lance, ya que cuando vestía la rojiblanca (2011-2013) fue un seguro de vida: marcó 14 de 15 lanzamientos, logrando un espectacular 93,33% de acierto.
Manolo, Pichichi en el curso 1991-92, es quien más se acerca a ese porcentaje: obtuvo un 91,66%, anotando 11 goles en 12 lanzamientos. Pero el máximo goleador desde los once metros en la historia del Atlético de Madrid es una leyenda mayor que todas las nombradas: Luis Aragonés, quien cantó 32 goles en 37 disparos (86,50% de éxito).
Los números del club rojiblanco están muy alejados de los del Sabio de Hortaleza porque es el equipo de toda la historia de la Liga que más penas máximas ha malogrado: 140 de 475 (apenas un 70,53% de acierto). Una de las más sonadas, aquella errada por Hasselbaink
en el Carlos Tartiere, con la que se consumó el descenso a Segunda. No a mucha distancia del Atlético, en cuanto a fallos, está el Barça. Eso sí, con bastantes más lanzados y casi cinco puntos por encima en porcentaje: 130 errados de 519 (un 74,96% de eficacia). El Athletic es el tercero con más lanzamientos desperdiciados, aunque con menos penas máximas que los colchoneros y un porcentaje ligeramente mejor: 124 fallados de 429 (un 71,10%).
Sólo con un fallo menos, 123, aparece el Real Madrid. Pero en su caso es el equipo de la Liga con más penaltis a favor, 556, y el que más goles ha celebrado desde los once metros: 433. Lo que supone un porcentaje de efectividad del 77,88%. De entre los históricos, sólo la Real Sociedad supera el porcentaje anotador en penaltis de los blancos, con un 78,28%: 73 fallos en 336 intentos.
En Europa, la suerte del Atlético en los penaltis no es mejor. Fresca en la memoria la tanda de penaltis de Milán (Griezmann ya había fallado otro en los 90 minutos), los rojiblancos sólo han superado dos (Leverkusen, en 2015, y PSV, un año después) de las seis que han dirimido en el viejo continente.
Con Simeone la maldición de los penaltis, lejos de olvidarse, se ha acrecentado: 28 fallos de 93 lanzamientos. El argentino no entiende que ensayarlos en los entrenamientos ayude a paliar este problema, ya que «las condiciones no tienen nada que ver». De hecho, el Cholo argumentó ayer a ABC que «está claro que la ejecución de un penalti es mucho más emocional que técnica».