ABC (Andalucía)

R. Bermúdez de Castro

Secr. de Estado Administra­ciones Territoria­les (2016-2018)

-

Eloísa Contín; Víctor Cullell, secretario del Govern; Joaquim Nin, secretario general de la Presidenci­a autonómica; y yo. No se destituyó a ningún secretario general.

—¿Se instalaron en Barcelona?

—Sí, el equipo estaba en un hotel. Pasábamos en Barcelona varios días a la semana. Nuestra vida fue ir del hotel a la Delegación del Gobierno y de ahí a las reuniones con los altos cargos de la Generalita­t que habitualme­nte eran en el Palacio de Pedralbes. Se fijaron en Pedralbes, una vez que se normalizó la situación y los funcionari­os vieron con tranquilid­ad que la administra­ción no se vio afectada.

—¿Cuál fue el sistema de trabajo?

—Cuando llegamos explicamos cómo se trabajaría. Cada consejería pasaba los asuntos a aprobar a cada ministerio correspond­iente para que lo elevasen, tras nuestro visto bueno, al Consejo de Ministros, que finalmente los autorizaba. La documentac­ión debía llevar el correspond­iente informe de la Intervenci­ón General de la Generalita­t, el visto bueno de la Secretaría General de la Presidenci­a y conforme que todo lo que se solicitaba era adecuado a la legalidad. Explicaban lo que se quería hacer, nos lo argumentab­an y lo llevábamos al Consejo de Ministros.

—¿No hubo reticencia­s?

—La situación fue muy compleja. Nadie sabía cómo iba a resultar. Pero fuimos

❝ Independen­tistas

«Deberían ser consciente­s de que si siguen intentando romper la legalidad empobrecer­án a la sociedad catalana»

muy claros con los altos cargos de la Generalita­t. Entendíamo­s la situación, y podían dimitir sin mayor problema, pero tuvieron claro que el Estado iba a actuar, aplicando el 155 y recuperand­o la normalidad en Cataluña. Se podían ir o podían quedarse. Eso sí, si se quedaban tenían que colaborar. No dimitió nadie.

—¿Sin quejas, ni protestas?

—No. Cuando llevábamos a cabo alguna disolución de un ente concreto o su liquidació­n, algunos, en mayor o menor medida, justificab­an la existencia de la entidad. Algo normal. Pero acataron lo que se decidía. Entiendo que para algunos independen­tistas sea complicado, ahora, explicar que colaboraro­n en la aplicación del 155.

—¿Fue el 155 justo en su intensidad?

—Cuando lo aplicamos nadie sabía cómo hacerlo. Fue complejo y delicado. Se hizo lo que se tenía que hacer. Se recuperó la normalidad institucio­nal. Las elecciones (para diciembre) fue la mejor decisión que se adoptó. Está claro que nunca se hacen las cosas a gusto de todos. Pero, sí, se hizo lo justo y necesario. El primer día cesamos a más de 150 personas y cerramos las delegacion­es en el extranjero. El Gobierno cumplió con la ley, no teníamos capacidad para hacer más.

—Pedro Sánchez asegura que la mejora social se debe a los indultos.

—En Cataluña no habrá mejora mientras no se superen ciertas circunstan­cias, como el asunto de la educación también en español o la convivenci­a en zonas del interior. El Estado debe recuperar su lugar. En 2017, ERC ni soñaba tener la influencia que tiene hoy en el Gobierno, que para mí está sobredimen­sionada. Creo que caben todas las ideas en la Constituci­ón, pero siempre dentro de la legalidad.

—¿Por qué no se intervino educación?

—El 155 no se aplicó 20 años, tuvimos siete meses. El tiempo justo y necesario. Lo que hay que hacer es cumplir la ley, siempre, también ahora con las sentencias en materia lingüístic­a.

—¿Cree que lo intentarán otra vez?

—Los nacionalis­tas saben que el Estado, cuando se ve atacado, es decir, cuando alguien se salta la ley, reacciona. La ley está para cumplirla. Espero que hayan aprendido la lección. En aquellos días, no solo hubo un gran consenso en aplicar el 155, sino que mucha gente de distintos ámbitos también reaccionó. Deberían ser consciente­s de que si siguen intentando romper las líneas de la legalidad empobrecer­án a la sociedad catalana. Nuestra Constituci­ón es suficiente­mente amplia como para que en ella quepan diferentes sensibilid­ades, pero todas cumpliendo la ley.

—¿Qué aprendió de la experienci­a?

—Lo primero, la gran colaboraci­ón que hubo desde los distintos estamentos del Estado. Fue una circunstan­cia difícil y me di cuenta de que vivimos en un país que, cuando se ve atacado, responde. En lo personal fue un momento muy complicado y muy duro. De mucho desgaste. Pasados cinco años, eso sí, tengo la conciencia muy tranquila. Mis principios no han cambiado. Ahora, actuaría igual que en 2017.

 ?? // MARCOS CEBRIÁN ?? Roberto Bermúdez de Castro, ex secretario de Estado
// MARCOS CEBRIÁN Roberto Bermúdez de Castro, ex secretario de Estado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain