ABC (Andalucía)

El consumo se desmorona y pone en jaque al ‘Black Friday’ y la Navidad

∑Las empresas logísticas prevén una importante caída de la paquetería por la pérdida de poder adquisitiv­o ∑Comercios y supermerca­dos se quedan sin capacidad de ofrecer grandes ofertas y afrontan una campaña difícil

- ANTONIO RAMÍREZ CEREZO MADRID

Yel lobo llegó. Las empresas ya contienen el aliento por la acuciante caída del consumo que se precipita sobre ellas. En los últimos meses ya batallaban contra los cambios de hábito en el consumidor, pero no contra un fuerte retraimien­to del bolsillo. Ahora, algunos de los principale­s sectores económicos reconocen una coyuntura complicada. Ocurre a las puertas del ‘Black Friday’ y la campaña de Navidad, los momentos de más facturació­n del año. Supermerca­dos, tiendas de ropa y compañías logísticas y de transporte ya alertan sobre la incertidum­bre que acecha.

Uno de los síntomas más claros se refleja en el bajón de los envíos de paquetes. UNO, la patronal de las empresas logísticas, así lo prevé de cara a los meses de noviembre y diciembre, los más importante­s para sus firmas. El sector no dejaba de crecer en los últimos años durante esta época al ritmo del auge del comercio electrónic­o, pero para esta temporada pronostica un descenso del 5,3% de envíos respecto al año pasado: en lugar de los 106 millones de expedicion­es que se gestionaro­n en el ‘Cyber Monday’, ‘Black Friday’ y Navidad de 2021, para esta campaña se prevén unos 100 millones.

Su presidente, Francisco Aranda, señala que durante la elaboració­n del pronóstico han detectado hasta cuatro indicadore­s que señalan «lo mal que lo están pasando las familias» con la escalada de precios. «Ya vemos cómo están adelantand­o lo máximo posible las compras para aprovechar las campañas de descuentos o que buscan comercios que ofrezcan máxima flexibilid­ad de financiaci­ón; también se incrementa­n las compras de productos de segunda mano y se buscan ofertas incluso en bienes de consumo de primera necesidad», señala el presidente de UNO. «Todo eso que decíamos que no llegaba, ya está sucediendo», apostilla.

La preocupaci­ón es corroborad­a entre los principale­s actores de la distribuci­ón, que tienen en esta campaña su momento más álgido de ingresos. Esta semana, Ignacio González, presidente de Aecoc, dio el pistoletaz­o de salida al 37 congreso de la patronal de fabricante­s y distribuid­ores admitiendo la incertidum­bre que viven las empresas del gran consumo ante las señales que indican «un debilitami­ento de la actividad económica».

«Moderadame­nte pesimista»

De esta forma se mostró «moderadame­nte pesimista» de cara a la Navidad, sobre todo con los supermerca­dos, para los que prevé «una gran incertidum­bre» en su campaña grande. Durante el congreso que la asociación celebró en Santiago de Compostela tampoco se mostró demasiado optimista la CEO de Eroski, Rosa Carabel, que vaticinó unas navidades aceptables, pero no extraordin­arias en cuanto a cifras de ventas.

Era cuestión de tiempo que el consumo entrara en caída. El verano fue un bálsamo que dejó un récord histórico de gasto turístico, pero esta euforia consumista venía dopada por el ahorro embalsado de dos años de estar en casa por la pandemia.

Una ganancia de poder adquisitiv­o que la inflación ha devorado antes de tiempo. El economista y profesor de ESIC, Fernando Castelló Sirvent, señala que conforme continúe la escalada de precios este ahorro se acabará liquidando. En este sentido, apunta que aunque estas alzas han empezado a moderar su crecimient­o con el IPC de octubre situándose en el 7,3%, esta puede ser susceptibl­e de influir en las expectativ­as de los consumidor­es. «Campañas clásicas para la activación del consumo como el ‘Black Friday’ y la Navidad podrían presentar un efecto incierto, todo en función de la evolución del precio de la energía durante los próximos meses», subraya el experto.

Sin grandes ofertas

El problema de cara a esta campaña también se encuentra en la poca capacidad que tienen los comerciant­es para ofrecer promocione­s que alienten a comprar, lo que a su vez hace que los consumidor­es guarden la cartera a la espera de encontrar mejores oportunida­des en ropa y tecnología durante jornadas como el famoso ‘Viernes Negro’. «En general estamos proyectand­o un retraso en la toma de decisión de compra, especialme­nte desde mediados de octubre, a la espera de que los compradore­s culminen sus adquisicio­nes el 25 de noviembre», apunta la directora de medios de Rocket Digital, Marta Sánchez.

Pero lo cierto es que todo apunta a que no habrá grandes ofertas de cara a esa fecha. Comercios grandes y pequeños llevan más de un año sopor

tando el incremento de costes y la pérdida de márgenes y no están en disposició­n de ofrecer gangas. Más bien al revés, «tendríamos que estar subiendo los precios de las prendas», asevera el presidente de la patronal textil Acotex, Eduardo Zamácola.

Más costes y el ‘decretazo’

«Se nos ha incrementa­do la luz, los costes salariales, la logística y encima tenemos que hacer inversione­s en las tiendas (por el decreto de ahorro energético) para cerrar automática­mente las puertas y tener una temperatur­a que es incómoda para el cliente y para el trabajador», lamenta el empresario, que cree que la compra de ropa durante esta temporada no llegará a niveles prepandemi­a «ni de lejos». «No tiene pinta de que vaya a haber un fervor en la calle por comprar ropa, más bien lo contrario».

De hecho, ante el escenario previsto de caída de poder adquisitiv­o, los pequeños comerciant­es no disponen de un gran ‘stock’ al que dar salida como explica a este periódico el presidente de la Confederac­ión Española de Comercio (CEC), Rafael Torres, que descarta que vaya a haber promocione­s y descuentos agresivos. «Cada comercio, en función del sector, tendrá más o menos capacidad, pero en cualquier caso se limitará a determinad­os artículos», relata.

Con todo, el final de año se antoja complicado y las consecuenc­ias pueden ser letales en el primer trimestre de 2023. Miles de pequeñas y medianas empresas podrían sufrir muchas dificultad­es para seguir con su actividad y el empleo acusar un duro rejonazo. Para evitar el desastre e incentivar el consumo, desde la distribuci­ón piden un IVA superreduc­ido para productos frescos (cuya compra se dispara en Navidad), el aplazamien­to de impuestos como el de los plásticos previsto desde el 1 de enero, además de una rebaja del IRPF a los ciudadanos para que vean aumentar su poder de compra.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain