ABC (Andalucía)

«Las personas caían apiladas unas encima de otras como en una tumba»

∑Las víctimas de la tragedia de Seúl, más de 150, perecieron asfixiadas o pisoteadas en un estrecho callejón ∑Varios testigos culpan del suceso a los dueños de los bares cercanos que no dejaron entrar a los que huían

- PABLO M. DÍEZ CORRESPONS­AL EN ASIA

La fiesta de la muerte, Halloween, acabó siendo la muerte en plena fiesta. Corea del Sur se despertó ayer con su amanecer más trágico tras revelar la luz del día las magnitudes catastrófi­cas de la estampida que tuvo lugar el sábado por la noche en Itaewon, una de las zonas de bares más populares de Seúl.

Tras una jornada angustiosa de recuento e identifica­ción de cadáveres en los hospitales, la cifra oficial asciende a al menos 153 fallecidos, de los que 22 son extranjero­s, y 133 heridos, la mayoría jóvenes de unos 20 años que estaban celebrando la fiesta de Halloween. Pero las autoridade­s temen que el número aumente porque 37 personas sufren lesiones de gravedad. De los fallecidos, 97 son mujeres y 54 son hombres y entre ellos hay, además de surcoreano­s, jóvenes de China, Rusia, Estados Unidos, Noruega, Francia, Austria, Irán, Tailandia, Vietnam, Sri Lanka, Kazajistán y Uzbekistán. De momento, no se ha informado de ninguna víctima española.

Un país conmociona­do

La conmoción reina en toda Corea del Sur porque se trata de la peor tragedia desde el naufragio del barco Sewol en 2014, en el que perecieron 304 de sus pasajeros, la mayoría adolescent­es de un colegio que iban de vacaciones a la turística isla de Jeju. Al igual que entonces, la fatalidad se ha vuelto a cebar con los jóvenes, que abarrotaba­n los bares y clubes de Itaewon en la primera celebració­n de Halloween después de tres años de prohibició­n por la pandemia del Covid-19.

Tal y como contaron en las redes sociales los supervivie­ntes y testigos, el amontonami­ento se produjo en uno de los callejones cuesta abajo cerca del famoso Hotel Hamilton, que suele ser el punto de encuentro de los jóvenes que quedan para salir por la zona. «La gente seguía empujando en el callejón cuesta abajo, provocando que muchas personas se cayeran como fichas de dominó», relataba en Twitter un supervivie­nte que escapó milagrosam­ente. «Pensé que yo también sería aplastado porque la gente de atrás seguía empujando sin darse cuenta de que muchas personas se habían caído al principio de la estampida», detallaba la angustia que sintieron los miles de atrapados.

«Quién pensaría que me tocaría volar mañana a Corea, pero a despedirme del amor de mi vida… y en su cumpleaños. La vida es tan injusta», escribía en español en Twitter Gabriela, acompañand­o su mensaje de un corazón roto. «Sin palabras para el dolor» que sufría, la joven confirmaba el fallecimie­nto de su novio, Choi Boseong, de 24 años, y sus amigos, tras un primer tuit en el que explicaba que estaban desapareci­dos y que alguien había encontrado su chaqueta y su teléfono móvil en el suelo.

Tal y como se aprecia en los vídeos que circulan por internet, en el callejón, de solo cuatro metros de ancho y 40 de largo, se apelotonar­on miles de personas que no podían moverse ni apenas respirar, muchas de ellas ataviadas con sus siniestros disfraces de Halloween. Por falta de aire entre la multitud, muchas de las víctimas perdieron la conscienci­a y se desplomaro­n al suelo, siendo pisoteadas por la avalancha. «Las personas caían apiladas unas encima de otras como en una tumba. Algunas perdían gradualmen­te el conocimien­to y otras parecían muertas en ese momento», contó un testigo a la agencia Yonhap.

Otra supervivie­nte, de 20 años y apellidada Park, señalaba que todo había ocurrido de repente, cuando la muchedumbr­e se había dirigido al fatídico callejón. «Una persona baja como yo no podía respirar. Pude sobrevivir porque estaba situada en un lado del callejón. Parece que la gente en el centro sufrió lo peor», desgranó Park.

Retraso del rescate

A tenor de otro supervivie­nte citado por Yonhap, pero que prefirió no desvelar su identidad, el rescate de los atrapados en la montonera se retrasó porque los equipos de emergencia tuvieron que entrar en el callejón desde atrás, ya que las calles principale­s de Itaewon se hallaban abarrotada­s por la celebració­n de Halloween.

Además, otros testigos culpan de la

tragedia a los dueños de los bares y clubes cercanos, que no dejaron entrar a los atrapados en el callejón, impidiendo así que se aliviara la masa de gente que se había formado. «Parece que las víctimas son más graves porque hubo gente que intentó escapar a las tiendas cercanas, pero los echaron a la calle porque ya habían cerrado», se queja otro supervivie­nte que también oculta su identidad.

Sea como fuera, las fotos y vídeos que circulan por internet son espeluznan­tes. Además de mostrar a la multitud atrapada en el callejón mientras sigue sonando la música de los bares, otras imágenes recogen los intentos de los enfermeros por reanimar a los heridos desmayados haciéndole­s masajes cardiovasc­ulares. En otros planos se pueden ver largas hileras de bolsas de cadáveres alineadas en las aceras.

La tragedia estalló pasadas las diez de la noche del sábado (cuatro de la tarde, hora peninsular española), cuando los teléfonos de emergencia­s de Seúl empezaron a recibir un aluvión de llamadas desde Itaewon alertando de la estampida y de la asfixia que sufrían quienes habían quedado en medio del amontonami­ento o habían sido pisoteados por la multitud. «Su novio me telefoneó alrededor de la medianoche, llorando y diciendo que Ye-sol estaba muerta, que había estado bajo una pila de gente durante más de una hora y que él había tratado de sacarla, pero no había podido», contaba consternad­a a Yonhap la madre de una muchacha de 19 años, Ahn Yeon-seon, en el hospital donde había reconocido su cadáver. La fiesta de los muertos, Halloween, acabó con muertos de verdad.

 ?? // AFP ?? Flores en el callejón de la estampida mortal en el barrio de Itaewon, Seúl
// AFP Flores en el callejón de la estampida mortal en el barrio de Itaewon, Seúl
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain