CONTRASTES
España es más resiliente
ne, mientras la Autoridad Fiscal la deja en ocho décimas en 2022 y la eleva al 2% en 2023 sobre la base de que el Gobierno ejecutará todo lo que dice que va a ejecutar, algo que no ocurrió en 2021 y que la Airef da por hecho que tampoco ocurrirá este año.
El departamento que dirige Nadia Calviño entiende que vincular su impacto sobre el PIB al nivel de ejecución de los fondos es una base errónea. Entienden que la mera existencia de los fondos y la expectativa de una inyección de más de 140.000 millones de euros en la economía en un periodo corto de tiempo han estimulado a la inversión privada, al margen de que la ejecución no haya sido la esperada. Ninguno de los analistas consultados asume este argumento.
Escepticismo general
El otro flanco es el mercado exterior. El Gobierno ha previsto un crecimiento de las exportaciones y de las importaciones que excede ampliamente todas las previsiones privadas, hasta las más optimistas. La Cámara de España es uno de los organismos que ha construido sus previsiones para 2023 sobre la base de que el sector exterior «puede resistir porque ha consolidado una base exportadora muy amplia desde la gran crisis financiera», como reconoce el director de su Servicio de Estudios, Raúl Mínguez, y plantea un crecimiento de las exportaciones del 4,3%. La del Gobierno es del 7,3%.
«No le encuentro explicación, ni por circunstancias coyunturales ni por razones estructurales», asegura María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, que enfatiza que el año que viene se augura una recesión en Alemania, uno de los principales mercados de nuestras exportaciones.
El análisis que el Gobierno traslada en sus reuniones con expertos es que entiende que ha garantizado a las empresas españolas una ventaja competitiva fundamental con la ‘excepción ibérica’, que la orientación de las inversiones
El Gobierno está convencido de que sus reformas han hecho de España una economía más resiliente y así lo ha trasladado a sus previsiones, que anticipan que en 2023 el país crecerá el doble de lo que opinan las mayoría de los analistas.
El departamento de Nadia Calviño entiende que es un error medir la aportación de los fondos europeos por su ejecución real. Entiende que su mera existencia ha alentado la inversión privada y ha dado un impulso extra a la economía.
Somos más competitivos
Economía justifica el vigoroso crecimiento de las exportaciones y las importaciones que augura en 2023 por el impacto de las reformas estructurales ya aprobadas y la ventaja competitiva que tendrá España en la actual coyuntura energética.
Cambios estructurales
El Gobierno enarbola las cifras de ingresos fiscales y la creación de empleo como pruebas del cambio estructural de la economía española. En su opinión hay más empleo, de más calidad y más base fiscal. y reformas financiadas con fondos europeos están mejorando ya la competitividad económica de España y que las reformas estructurales adoptadas hasta la fecha –entre las
Los analistas creen que España acusará la ralentización económica global como el resto de economías del euro y que si no entra en recesión no será por su mayor resiliencia sino por su menor exposición a la guerra en Ucrania.
Inversión oculta tras los fondos europeos
Aportación limitada e impacto poco significativo
Los analistas no observan ningún indicio de ese impacto indirecto sobre la inversión privada que sostiene el Gobierno. Vinculan el efecto en la economía a la ejecución de los fondos y por tanto lo consideran limitado hasta la fecha.
Riesgos en el horizonte
Los expertos consultados no ven razones para pensar que seamos más competitivos. Afirman que el cambio estructural se produjo en la crisis anterior, cuando se multiplicó la base exportadora del país, pero advierten de riesgos por el alza de costes fiscales y laborales.
Reformas incompletas
Los analistas señalan que no hay datos para acreditar un eventual cambio estructural en la economía, avisan de que las reformas adoptadas son incompletas y que sus efectos dependerán de su acierto. que los analistas consultados solo aciertan a citar la laboral y la de pensiones– han mejorado la capacidad de competir de las empresas domésticas en los mercados internacionales.
«Se habla mucho de la reforma laboral, pero esta, en el mejor de los casos, ha sido neutra para la competitividad de la economía española», explica María Jesús Fernández. «El resto de cosas que se han hecho apenas han tenido efecto alguno y hay una subida de las cotizaciones, que va a pesar negativamente sobre la competitividad y especialmente sobre los sectores de mayor valor añadido», dice en referencia a la subida del 8,5% de las bases máximas de cotización, que según la analista no va a subir el coste laboral de los ricos sino de los trabajadores cualificados, lo que va a ser un muro para la atracción de talento.
Para el director del Servicio de Estudios de la Cámara de España las diferencias entre las predicciones de los analistas y el cuadro macro no son justificables a partir de un eventual cambio estructural en el modelo económico español. «Esos cambios no se manifiestan de la noche a la mañana, sino que suelen tener impacto a medio plazo. Las reformas que se realicen pueden llegar a ser determinantes de un cambio estructural en el modelo económico español, pero eso solo se verá a medio plazo y habrá que ver si las reformas y las inversiones realizadas han sido las más eficientes».
En realidad, la información proporcionada por el Gobierno a la Comisión Europea dentro del Plan Presupuestario cuestiona de alguna forma sus argumentos, ya que no prevé ningún avance en el PIB potencial de la economía española entre 2022 y 2023 en el que se queda anclado en el 1%, según el documento enviado a Bruselas.
«Estamos en una situación en la que vemos muy difícil que la economía española alcance un crecimiento del 1% el año que viene y además las circunstancias son tan negativas que aunque realmente se hubiera producido un cambio de modelo en España difícilmente alcanzaría a compensar ese menor crecimiento», remacha María Jesús Fernández.