España, de Mundial en Mundial
El triunfo en la final sub-17 ante Colombia confirma el potencial de la selección femenina en las categorías inferiores
El presente del fútbol femenino español es una realidad y el futuro está asegurado. Lo confirmó ayer la selección sub-17 ganando por segunda vez consecutiva el Mundial. Un éxito ante Colombia al que hay que sumar los títulos en la Copa del Mundo sub-20 y al Europeo sub-19 conquistados este año, lo que consolida a España como la gran potencia de las categorías inferiores en este 2022. La guinda la podría poner el combinado absoluto en Australia y Nueva Zelanda en el Mundial del próximo verano. Ni siquiera la polémica suscitada por las 15 amotinadas que no piensan volver a la selección mientras Jorge Vilda siga en el cargo o la lesión de Alexia Putellas, la mejor jugadora del mundo con dos Balones de Oro, restan potencial a un combinado que ha sido capaz de empatar con Suecia y ganar a Estados Unidos (ambas en el top-3 de la FIFA) hace unas semanas.
Un gol de Laia Martret, que empezó en el banquillo, le dio ayer el título a España en el Mundial sub-17, que partía como favorita en la final ante Colombia tras deshacerse en el camino de las dos selecciones más potentes presentes en el torneo, disputado en la India. Venció a Japón en cuartos y a Alemania en semifinales. Las de Kenio Gonzalo se quitaron la espina ante las germanas, que en mayo fueron superiores en la final del europeo de la categoría sub-17, y ayer ejecutaron en el duelo por el título a las suramericanas, a las que ya habían ganado en la fase de grupos.
Fue un partido trabado, con pocas ocasiones claras y muy igualado. Incluso el gol estuvo rodeado de incertidumbre y se celebró cuando el choque expiraba. Gran carrera por banda de Paula Partido finalizada con un centro que llegaba a Laia Martret, que remataba mal a puerta vacía, aunque su disparo tocaba en Ana Guzmán (llevaba el 13 a la espalda la defensora colombiana y con las supersticiones no se juega) y la pelota sobrepasaba mansamente la línea de meta.
Otro gol de color azulgrana tras el de Lucía Corrales en semifinales para revalidar el título conquistado hace cuatro años ante México, entonces con dos goles de Claudia Pina en la final. Curiosamente, la delantera culé, heroína en aquel momento, es ahora una de las quince futbolistas amotinadas de la absoluta. Colombia, que ya cayó en la fase de grupos ante las españolas, se había plantado en la final tras eliminar a Nigeria en semifinales después de una tanda de penaltis. Las africanas conquistaron el bronce tras imponerse a Alemania, también en los penaltis, en el partido de consolación.
Sabían lo que se jugaban España y Colombia, y se palpaba la tensión en Bombay. Nadie quiso conceder ocasiones, pero la renuncia al ataque no entraba en los planes del colombiano Carlos Paniagua ni Kenio Gonzalo. Cristina Librán llevó el peso ofensivo de las españolas y Linda Caicedo fue la más peligrosa de las cafeteras, que tejieron un buen entramado defensivo. Cantó gol España con un tanto de Librán que el VAR desmontó por unas dudosas manos de la jugadora del Madrid CF. Ninguna de las tomas que se ofrecieron fue lo suficientemente clara para ver la infracción.
Intercambio de golpes en la segunda parte. Ninguno letal. Eran más amagos que golpes reales. En los últimos minutos, Colombia parecía desfondada, pero inquietaba mucho más que España. Era la cita con la historia de las cafeteras, aunque las que escribieron su nombre en los anales del Mundial fueron las españolas. El próximo objetivo es el Mundial absoluto de Australia y Nueva Zelanda en 2023.
«Hay que reconocer al fútbol femenino español todo lo que está haciendo, es una locura»
El seleccionador, orgulloso
«Hay que reconocer al fútbol femenino español lo que está haciendo. Es una locura. Todo lo que hemos hecho con las selecciones sub-17, sub-19, sub-20... Cualquiera que piense que es fácil se equivoca porque nunca lo ha hecho nadie», apuntó tras la victoria Kenio Gonzalo, cuyas primera palabras de agradecimiento fueron dedicadas a su esposa Sandra, a sus dos hijos y a la Federación, por confiar en él para el cargo.
Mientras las jugadoras españolas celebraban el título en el centro del campo y las colombianas se retiraban desoladas a vestuarios, el seleccionador cafetero, Carlos Paniagua, se mostraba satisfecho del encuentro realizado por su equipo a pesar de la derrota. «Se pierde el partido, pero estamos orgullosos del trabajo de todo el equipo. Con 0-0 hemos tenido dos ocasiones muy buenas que no se concretaron, pero hay que seguir trabajando y es un segundo puesto por mucho mérito. Estamos por delante de potencias europeas. No hay nada que reprocharle a ninguna jugadora, seguiremos peleando por grandes cosas», explicó orgulloso.