La Moncloa ignora el ultimátum del PP y da por imposible volver a negociar el CGPJ
Los populares se abren a retomar los contactos si Sánchez promete por escrito «no tocar» la sedición
La víspera del Día de Todos los Santos se convirtió ayer en resaca del duro revés que sufrió la negociación para renovar los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a finales de la semana pasada. El jueves, el PP dejó en ‘stand by’ los contactos con el Gobierno, después de constatar su voluntad real de rebajar las penas del delito de sedición para contentar a ERC. Los populares avisan de que las conversaciones están «paralizadas», que no «rotas», pero desde La Moncloa ya se habla de «ruptura» y se da por hecho que no habrá pacto esta legislatura.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, celebrado ayer por ser hoy festivo, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ni siquiera entró a valorar el ultimátum hecho público por el PP unas horas antes, en un intento de retomar las conversaciones que dejaron «suspendidas» el jueves. Por su parte, el coordinador general de los populares, Elías Bendodo, exigió a Pedro Sánchez que se comprometa por escrito a no rebajar el delito de sedición para reemprender las conversaciones sobre el CGPJ donde se habían quedado.
Las dos partes hablaban de una negociación «muy avanzada», en la que ya estaban cerrados los nombres de los vocales, pero para el PP fue un punto de inflexión la intervención de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el debate de totalidad de los Presupuestos Generales del Estado, el jueves en el Congreso, donde se comprometió a impulsar la reforma del Código Penal.
Los populares insisten en público y en privado en que apenas dos días antes de su marcha atrás no vinculaban la renovación del CGPJ con la reforma de la sedición porque el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, insistía a su interlocutor en el PP, Esteban González Pons, en que la rebaja de este delito no estaba realmente entre los planes de Sánchez. Fuentes de Génova, de hecho, creen que el Ejecutivo incendió su discurso sobre la sedición para «torpedear» el pacto institucional, al percatarse de que iban en serio.
En una entrevista en Onda Cero, el propio González Pons abría ayer un resquicio al optimismo: «Las puertas están cerradas, pero no con llave. Si el Gobierno renuncia a pactar con los independentistas, seguiremos adelante».
«Mejor romper un acuerdo que traicionar a España», añadía en Génova Bendodo, quien pidió esa promesa por escrito a Sánchez para reabrir las negociaciones, y anunció de paso la presentación de mociones en ayuntamientos y comunidades: «Que el PSOE diga alto y claro en cada territorio si está de acuerdo con que se abarate el delito de sedición en España».
Ninguna de esas ofertas hizo mella en Moncloa, pues fuentes del Gobierno consideran que el PP está, simplemente, «mareando» para escurrir el bulto y no «cumplir» con la renovación del CGPJ que exige la Constitución. Antes de que hablase Rodríguez, y en un discurso ante víctimas de la Guerra Civil y el franquismo –a las que entregaba condecoraciones en su día– el propio Pedro Sánchez dejó una frase críptica pero inequívoca en este contexto. «Honrar la Constitución exige algo más que proclamar su vigencia, exige cumplirla de principio a fin, sin excusas ni subterfugios».
Después, y en lo que era de todo menos una improvisación, Isabel Rodríguez lanzó una diatriba total contra Feijóo ante las preguntas sobre la ruptura de las negociaciones, que monopolizaron su rueda de prensa. La portavoz llegó a referirse al líder del PP como «este señor», y añadió con intención: «No me atrevo a llamarle líder de la oposición». Rodríguez tiró además de símil para explicar: «Ahora que muchas familias estarán en el puente jugando con sus hijos o sus familias al parchís, deben saber que con Feijóo no se puede jugar ni al parchís, porque no cumple la ley».
«Obedece a los más ultras»
A juicio de la también ministra de Política Territorial, el líder de los populares «no lidera nada» y «ha venido a obedecer a los más ultras de su partido», dado que, argumentó, «él juró cumplir y hacer cumplir la Constitución, y no está haciendo ni una cosa ni la otra [...]. Sinceramente, para insultar, bloquear e incumplir la Constitución ya teníamos a Casado», dijo contundente.
Menos clara fue a la hora de explicar qué piensa hacer ahora el Ejecutivo. Evitó responder a si se optará por rebajar las mayorías cualificadas para reformar el CGPJ, como reclama Unidas Podemos, lo que permitiría nombrar a nuevos vocales sin el PP. Tampoco aclaró si el Gobierno nombrará a los dos magistrados que le corresponden del Tribunal Constitucional dentro del tercio que toca ahora renovar. «Este Gobierno va a trabajar para cumplir la Constitución y garantizar que funcionan los órganos, a pesar del PP», se limitó a decir.
Isabel Rodríguez
«Con Feijóo no se puede ni jugar al parchís (...). No me atrevo ni a llamarle líder de la oposición»
Elías Bendodo
«Mejor romper un acuerdo que traicionar a España y reformar la sedición con los condenados por sedición»