El padre de la niña asesinada por su madre: «Esto no va de hombres y mujeres... ¡por Dios!»
La detenida en Gijón como autora de la muerte de su hija de seis años perdió el viernes su custodia
Once de la noche, avenida Gaspar García Laviana de Gijón. La Policía ha recibido una llamada de un familiar, un tío de la criatura, que alerta del peligro que puede sufrir su sobrina Olivia, de seis años, que está con la madre, hermana suya. Los agentes localizan al dueño del inmueble, ya que la progenitora lo tenía alquilado, y logran acceder a la vivienda pasada la medianoche. Encuentran en la cama a la niña y a su madre, juntas. La madre reacciona, pero la pequeña no. Las primeras maniobras de reanimación hacen pensar que la criatura llevaba horas muerta.
La progenitora es trasladada al hospital de Jove para su examen clínico. Pero las sospechas son muy claras: todo apunta a que la menor habría ingerido barbitúricos, suministrados por la progenitora.
Los primeros datos de la investigación precisan que la mujer estaba separada del padre de la menor, que reside actualmente en Segovia, y que le dejó a la niña hace dos días tras haber pasado un tiempo con él. La madre, además, había mandado mensajes de despedida a su hermano, quien alertó a la Policía.
«En estado de ‘shock’»
Fuentes policiales aseguran que cuando se entró en la vivienda «la madre estaba en estado de ‘shock’». Al cierre de esta edición seguía bajo custodia policial en el hospital de Gijón, donde es atendida.
Los padres de la víctima estaban separados y la relación entre ellos era conflictiva. Durante el proceso de divorcio ella lo denunció por malos tratos y él llegó a tener una orden de alejamiento hacia su expareja. «Esto no va de hombres y mujeres, esto va de que no pueden hacerle esto a un niño. ¡Es un niño, por Dios!», se lamentó, con la voz quebrada, Eugenio García, padre de la niña. El hombre, natural de Segovia, había conseguido la custodia de la pequeña tras cinco años de lucha con la madre de la menor. «Llevaba cinco años luchando por la custodia y me la dieron el viernes», dijo. La mujer debía entregarle a la menor el martes –por ayer–. Al ser informado de la noticia, se desplazó a
Gijón inmediatamente. «Solo quería decirle adiós a mi hija. No os podéis imaginar el dolor inmenso que es esto», concluyó el hombre.
Madre e hija, según las fuentes consultadas por ‘El Comercio’, llegaron desde Madrid a Gijón este verano después de que la progenitora se separase del padre de la pequeña, quien había reclamado su custodia.
«Conmoción, incredulidad»
La comunidad educativa del colegio Corazón de María, donde estaba escolarizada la niña, comparte el sentimiento de «conmoción, incredulidad y desolación» tras conocer el fallecimiento de la pequeña. El director del centro, Simón Cortina, se puso en contacto con el padre de la alumna para trasladarle su «cercanía, cariño, dolor y solidaridad». El colegio también se puso a su disposición «para todo aquello en lo que podamos colaborar en tan difíciles momentos» .
«Impactados y aturdidos por lo sucedido, con el corazón encogido, estamos preparando ya, conforme a nuestros protocolos de actuación, la acogida en las aulas del alumnado y del profesorado el próximo jueves», explicó en un email enviado a todos los padres de alumnos. De forma particular, extremarán la atención y el acompañamiento del alumnado y equipo docente de la clase de la que formaba parte la pequeña, que cursaba primero de Primaria, y de su nivel en general.
El padre de la niña procedía de Torrecaballeros. Tras conocer la noticia el municipio segoviano suspendió la fiesta de Halloween prevista para ayer por la tarde. «Es lo menos que podemos hacer por el momento», afirmó el alcalde de la localidad, Rubén García de Andrés, quien apenas podía hablar, compungido por una desgracia que ha tocado su pueblo tan de cerca.
Muchos familiares muy próximos de la pequeña residen en Torrecaballeros. Sus abuelos, una tía... Vecinos «muy implicados» en la vida del municipio, comentaba ayer el alcalde con la voz entrecortada.
«Horas cruciales»
García de Andrés también explicó que había mantenido contacto con la familia, aunque en esos primeros momentos tan duros pidió ante todo «respeto» para ellos, para el padre, los abuelos y el resto de allegados. «Son unas horas cruciales», subrayó. El regidor insistió en «repudiar al 100 por cien» lo ocurrido. «Queremos estar al 100 por cien al lado de la familia, donde quiera, cuando quiera y como quiera», añadió al mostrar el apoyo incondicional del pueblo, que está «destrozado», según comentó entre lágrimas al recordar a Olivia «riendo y jugando por las calles».
El comunicado que hizo público el Ayuntamiento concluye con una nueva muestra de ánimo y de acompañamiento a la familia por parte de los vecinos de Torrecaballeros y de los amigos «ante una horrible situación que nos llena a todos de dolor e indignación».
ABC se puso ayer en contacto con el Ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero, para recabar su reacción sobre la tragedia. No hubo respuesta, lo que contrasta con el hecho de que en otras ocasiones, cuando el asesino es el padre, sí se apresura a denunciar el crimen.
El hermano de la madre alertó a la Policía de que algo grave había pasado porque había recibido mensajes de despedida
Consultado por ABC para una valoración, el Ministerio de Igualdad guardó ayer silencio sobre el suceso