Dinamarca va a las urnas forzada por la polémica gestión del Covid
El liberal Rasmussen decidirá la formación del Gobierno tras las elecciones de hoy
Desde que asumió el Gobierno de Dinamarca, la socialdemócrata Mette Frederiksen ha intentado mantener un frágil equilibrio entre la política clásica de la izquierda y la política dura de asilo e integración de la derecha. La receta funcionó bastante bien hasta que la primera ministra ordenó el sacrificio de millones de visones, como respuesta a la aparición de una mutación de Covid-19 que podía comprometer las futuras vacunas. Frederiksen actuó sin la necesaria cobertura legal y en la posterior investigación quedó muy tocada. En junio dictaminó una comisión parlamentaria que sus declaraciones al respecto habían sido «gravemente engañosas» y se vio obligada a adelantar las elecciones ante una inminente moción de censura. Los sondeos adelantan que logrará una mayoría precaria y dos nuevas fuerzas políticas se presentan como decisivas para volcar el resultado a favor del bloque de izquierdas o de derechas: se trata de dos partidos de reciente creación fundados por sendas figuras de peso procedentes del Partido Liberal.
Detrás de Demócratas de Dinamarca está la extremista Inger Støjberg, de corte muy radical, que el año pasado fue condenada a prisión por ordenar la separación ilegal de parejas de refugiados, en el primer juicio político en tres décadas en el país. Y aún mayor influencia ha ganado en los últimos meses el de los Moderados, un proyecto personal del ex primer ministro Lars Lokke Rasmussen, única fuerza de centro que no se posiciona en ninguno de los dos bloques y al que su imparable ascenso en las encuestas parece otorgar el papel llave de formación de Gobierno.
Rasmussen podría incluso llegar a encabezar el Ejecutivo, dependiendo del resultado final de las urnas. En el último debate electoral, tanto Frederiksen como Søren Pape Poulsen coquetearon abiertamente con él. «Creo que tú y yo, Lars, bien podríamos ponernos de acuerdo en muchas cuestiones para hacer una reforma estructural de la sanidad», le dijo por ejemplo la primera ministra. Primer ministro en dos etapas (2009-2011 y 2015-2019), atesora gran experiencia y habilidad negociadora. Su última legislatura en el poder sobrevivió como Gobierno en minoría de la tercera fuerza más votada, un escenario que podría ahora repetirse. El semanario danés Weekendavisen habla de «la campaña electoral más impredecible que se recuerda» debido al trasvase masivo de votos que adelantan las encuestas: casi uno de cada dos encuestados afirma que esta vez quiere votar por un partido diferente al de las últimas elecciones parlamentarias de 2019.
Política de bloques
Los social liberales, hasta ahora un importante socio del Gobierno minoritario, que forzaron la convocatoria electoral con un ultimátum de moción de censura, parecen estar entre los grandes perdedores. Su apoyo se ha reducido casi a la mitad y debilitan al ‘bloque rojo’, que incluye tradicionalmente a los socialdemócratas, a los social liberales y a la Lista de Unidad rojiverde. El ‘bloque azul’ de conservadores, liberales y populistas de derecha, ha retrocedido ligeramente. El Partido del Pueblo Danés (DF), minoritario, pero que ha hecho una muy dura campaña porque se juega la entrada en el Parlamento, ha obligado al resto a desplazarse a la derecha para no perder espacio electoral.
Frederiksen necesita una mayoría de 90 escaños en el Parlamento de 179 miembros y todo indica que no la conseguirá en las urnas. Para atrapar voto de última hora, los socialdemócratas prometen unos 134 millones de euros en el primer semestre de 2023 en suplementos salariales para personal sanitario y los liberales 807 millones de euros en dos años para mejoras salariales. En caso de punto muerto, Rasmussen jugará un papel determinante y el investigador electoral Kasper Møller Hansen predice que «la política de bloques tradicional de Dinamarca podría explotar esta vez».
La votación arrancó ayer en el territorio de las Islas Feroe, que hoy celebra el Día Nacional en recuerdo de las víctimas del mar y solicitó el adelanto para poder celebrar en condiciones tan señalada fecha.