Moncloa se alinea con Page y agrava la crisis con Podemos por la ley de Bienestar Animal
El PSOE no retirará la enmienda a la norma del socio morado y zanja la división entre socialistas
La tramitación de la ley de Bienestar Animal está reproduciendo el precedente de la ‘ley Trans’: un enfrentamiento entre PSOE y Unidas Podemos y, a la vez, una fractura interna en el Partido Socialista. Después de aprobarse el proyecto de ley en el Consejo de Ministros, y superar su primer examen en el Congreso el 6 de octubre, el trámite de enmiendas al articulado está siendo el terreno en el que se libra esta dura pugna. Menos mediática que la de la ‘ley trans’, pero pugna.
A mediados de septiembre, el PSOE anunció que iba a presentar una enmienda para que quedasen fuera de los nuevos estándares de protección que contempla la norma para los perros de caza. «Los animales que realizan actividades específicas, como por ejemplo, perros pastores y guardianes de ganado, animales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», añadió el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, en el Patio del Congreso. El pretexto era una legislación específica para estos animales. Pero se trataba de una enmienda a la propia ley que aprobaron en el Consejo de Ministros y que llevaba pactada desde febrero. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rompió el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Derechos Sociales liderado por Ione Belarra, también secretaria general del Podemos.
Texto clave para Podemos
En el socio minoritario de la coalición la cuestión genera desde entonces mucho malestar porque antes de que estallara el conflicto la negociación venía de meses de debate en el Gobierno. El texto que llegó a la Cámara Baja estaba consensuado desde febrero, aunque no llegó al Consejo de Ministros hasta el 1 de agosto porque por el medio hubo elecciones en Castilla y León y Andalucía, donde los socialistas valoraron que podría penalizarles.
Ambas federaciones socialistas apretaron a la dirección del partido para que la ley no se aprobara como quería Unidas Podemos, pero al no gobernar en dichos territorios no tuvieron tanta capacidad de presión para echar atrás el texto y solo lo retrasaron. La influencia en este asunto de territorios como Castilla-La Mancha y su presidente Emiliano García-Page fue fundamental para que el PSOE decidiese proponer la enmienda que deja fuera a los perros de caza y producción. El enfoque socialista es que esta norma debe amparar con carácter exclusivo a los animales domésticos. Pero desde el departamento de Belarra reprochan que son precisamente los perros de la caza los que más protección necesitan. Aunque hay una parte convencida de mantener la enmienda, hay otro sector de la dirección federal del PSOE alineado con Unidas Podemos.
La presión de los barones y de dirigentes como Santos Cerdán, número tres del PSOE, parece haberse impuesto finalmente. El 1 de septiembre, el presidente de la Junta de Extremadura,
Emiliano García-Page
«Hay una tendencia de algunos ministros a meterse donde nadie les llama»
Guillermo Fernández Vara, pidió en un acto de partido enmendar la ley de Bienestar Animal. Una semana después, el Grupo Parlamentario del PSOE anunció la enmienda. Y Page y también Javier Lambán, presidente del Gobierno de Aragón, otro barón socialista, lo celebraron. Todas son comunidades donde el sector de la caza –que se considera damnificado por la ley de Unidas Podemos– tiene arraigo.
Fuentes del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos admiten conocer la división interna que tiene el PSOE, sin embargo, lamentan que las tesis de Castilla-La Mancha se han impuesto y no retirarán la enmienda. La división entre los sectores del PSOE llegó a tal nivel que Page elevó el pulso el día 16 de septiembre y anunció que si la ley se aprobaba tal cual está recurriría ante el Tribunal Constitucional.
Queda claro que la decisión del PSOE no goza de unanimidad interna. Hay preocupación en algunos destacados dirigentes de la cúpula con un marco que sitúe al PSOE enfrentado a sus aliados habituales, a toda la izquierda y a las asociaciones animalistas, que ya se manifestaron hace dos semanas ante las puertas de Ferraz.
Sánchez toma la decisión
Según ha podido saber ABC, el debate ha alcanzado a la cúpula misma del partido, donde algunos dirigentes han planteado internamente la retirada de la enmienda, en línea con lo que pide Unidas Podemos. En última instancia, ha tenido que ser La Moncloa quien ha determinado mantener la posición y no retirar las enmiendas. La norma es una de las banderas del departamento de Belarra, que en su estructura tiene encuadrada una dirección general de Bienestar Animal al efecto de sacar adelante esta legislación. Además, esta ley es para Unidas Podemos un arma fundamental de cara a al final de la legislatura y las elecciones autonómicas y municipales de mayo.
Las posiciones ecologistas son fuertes en el PSOE y hay temor a una nueva pugna que les haga perder, como mínimo en parte, una bandera clave para ellos como la del feminismo. Ayer la ministra de Igualdad, Irene Montero, metió el dedo en la llaga del PSOE al pedir que retiren sus enmiendas para endurecer los requisitos para la autodeterminación de género ante el Registro Civil: «Estoy enormemente preocupada por esas enmiendas del PSOE. Además, han incumplido su compromiso de no tocar el corazón de la ley que yo pacté con Carmen Calvo».
La semana pasada, Derechos Sociales pidió mediante una comunicación al PSOE la retirada de sus enmiendas porque «supone un detrimento en los derechos y el estándar de protección de los animales». Desde el departamento de Belarra defienden que ninguna legislación autonómica sobre maltrato animal diferencia entre animales por la actividad que realice por lo que una ley de carácter nacional no puede hacerlo. La Rioja y la Comunidad de Madrid tienen leyes similares donde no existe diferenciación.
Ione Belarra
«La enmienda supone un detrimento en los derechos y el estándar de protección de los animales»
Irene Montero
«Estoy preocupada por esas enmiendas del PSOE. Han incumplido su compromiso de no tocar el corazón de la ‘ley trans’»