La socialdemócrata Frederiksen conserva la presidencia danesa
El ‘thriller’ electoral danés, que se resolvió ayer con el recuento de los votos del territorio de Groenlandia, terminó con una mayoría mínima del bloque de centro-izquierda encabezada por los socialdemócratas de Mette Frederiksen, con un 27 por 100 de los votos. Después de horas de carrera cuerpo a cuerpo con el bloque de derecha, se hizo con 90 escaños, con solo uno de margen, que le permiten arrancar las negociaciones para formar gobierno.
Sin embargo, aún no está claro si finalmente será una gran victoria, porque Frederiksen se presentó a las elecciones con el objetivo de formar una coalición de centro. Su prioridad no es solo trabajar con los partidos del bloque rojo, entre los que ha citado a dos partidos a la izquierda, los Social Liberales y el Partido Popular Socialista, sino que también mira hacia la derecha para logran una mayoría más estable. «Está claro que ya no hay una mayoría detrás del Gobierno en su forma actual», dijo ayer Frederiksen.
Esta votación resultó particularmente tensa debido a la participación de los tres candidatos sorpresa que habían llamado mucho la atención en el período previo a las elecciones. En primer lugar, los moderados fundados en junio por el ex primer ministro Lars Lokke Rasmussen, que logró hacerse con el 9 por ciento de los votos y que ya ha sido cortejado por Frederiksen. También los nuevos Demócratas Daneses de derecha, encabezados por la exministra de Integración Inger Stojberg, y, por último, la alianza liberal de Alex Vanopslagh.
El objetivo declarado de Frederiksen consiste en alcanzar una alianza con Rasmussen que parecía muy probable hasta conocerse el resultado final, pero que ha perdido posibilidades desde que la primera ministra cuenta con la mayoría, por mínima que esta sea, porque desde esa posición puede exigir más cesiones a Rasmussen de las que él está dispuesto a conceder a cambio de perder la posibilidad de criticar al gobierno desde la oposición.
El populista Partido Popular Danés, que había llegado a convertirse en la segunda fuerza más votada, finalmente apenas superó el 2 por ciento de los votos y ha estado a punto de no lograr entrar en el Parlamento.