Sin previsión de cuándo se presentará la adenda para los créditos blandos
En las empresas cunde el desánimo por la lentitud de las convocatorias de los grandes proyectos, como el agroalimentario
seguimiento y control de los recursos que se van ejecutando por las distintas administraciones, tanto la central, como las autonómicas como las locales.
En un primer momento, el Gobierno dio cumplimiento parcial a ese hito al alumbrar la herramienta Coffee, donde las administraciones deben volcar sus cifras de ejecución. Pero solo fue capaz de crear la plataforma y no de ponerla en funcionamiento, algo crucial para que Bruselas siga desembolsando los fondos europeos.
De esta manera, la Comisión puso un asterisco al cumplimiento de España a la espera de que pusiera en plena funcionamiento Coffee. El problema radica en que el Ejecutivo, más de año y medio después, no ha podido conseguir que la herramienta esté operativa al 100%, como publicó ABC.
Este mes de diciembre se producirá una nueva evaluación de este hito, entre otros, para comprobar que pueden quitar ese asterisco, o no, al cumplimiento parcial. Para ello será fundamental que Coffee esté plenamente operativo y la realidad contra el Gobierno, en este caso, es tozuda.
Las urgencias de Montero
Como adelantó este diario, el Ministerio de Hacienda ha vuelto a solicitar estos días a las comunidades autónomas que, de forma urgente, rellenen sus datos de manera manual en formato excel ante la inoperancia de la herramienta informática. Todo ello, además, pese a que el departamento de María Jesús Montero comunicó hace escasas semanas que el programa de control ya estaba funcionando.
En caso de que el Gobierno no pueda arrancar al cien por cien la herramienta Coffee, España se arriesga a un recorte de fondos que deberá cuantificar la Comisión y que saldría de la nueva petición de fondos de 6.000 millones
Los fondos europeos que le corresponden a España se dividen entre transferencias a fondo perdido –dinero que no hay que devolver– y créditos blandos en condiciones ventajosas. Los primeros son los que está recibiendo el Gobierno ahora y los segundos son los que habría de solicitar de aquí a final de año.
Para ello el Ejecutivo deberá presentar la llamada adenda al plan de recuperación. Esta se trata de una especie de anexo al plan con nuevos compromisos para poder acceder a los préstamos de euros que todavía tiene pendiente de solicitar España. De hecho, el Ejecutivo está retrasando esa petición ante la posibilidad más que real de sufrir un varapalo en ese sentido. Nadia Calviño ha anunciado en varias ocasiones que el Gobierno pediría estos recursos, pero nunca lo ha llegado a hacer.
El problema de los Perte
Sin embargo, el hito 173 no es lo único que sería motivo de preocupación de cara a Europa. Entre otros asuntos, el Gobierno debe justificar que tiene ya adjudicados unos 1.200 millones en Perte. Estos se han concebido como los grandes proyectos tractores del plan de recuperación, fueron anunciados a bombo y platillo, pero las convocatorias parecen las grandes olvidadas.
Este escaso desarrollo plantea la duda de si España pueda cumplir con sus compromisos ya que por el momento solo está más avanzado el Perte del vehículo eléctrico, con una adjudicación definitiva de 880 millones de euros. Todos los demás proyectos tractores siguen en el aire a la espera de resolución final. Entre los más avanzados está el Perte de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento, pero no hay una previsión de que antes de final de año pueda estar adjudicado.
Y en el aire sigue también el Perte agroalimentario, en el que han puesto sus esperanzas muchas empresas, que esperan la convocatoria desde el mes de junio. Ahora, lo que les traslada el Gobierno es que la convocatoria se trasladará a 2023 y en el lado positivo explica que el proyecto recibirá más recursos públicos.
El problema de la lentitud de los Perte es algo que preocupa también en el ámbito y financiero. La banca y las consultoras llevan meses apoyando a sus clientes de cara a las posibles adjudicaciones de estos proyectos. En ellos en confiaba, pero en las entidades financieras y en las consultoras ya se han percatado de que la lentitud es un problema. Y no solo con los Perte, sino en general en términos de ejecución de los fondos europeos. de los fondos Next Generation. El Gobierno lleva meses diciendo que lo presentará antes de acabar el año pero la realidad es que las fuentes conocedoras de la situación apuntan a que podría dilatarse en el tiempo para evitar cualquier tipo de varapalo por parte de Bruselas.
Aun así, en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 ya se han incluido fondos europeos procedentes de estos créditos en condiciones favorables, como publicó este periódico hace escasos días.