ABC (Andalucía)

Las VTC estallan contra la Junta: «Nos han hecho esclavos de 500 taxistas radicales»

El sector cree que el decreto autonómico sacará de las calles al 70% de coches de estos transporti­stas

- PABLO MARINETTO MÁLAGA

La llama sigue prendida entre el sector de los VTC y el taxi a cuenta de la nueva regulación en Andalucía. El decreto aprobado por el Gobierno andaluz en octubre de la Junta no ha brillado precisamen­te por haber logrado el consenso y patronal, asociacion­es y propietari­os de licencias de vehículos de transporte con conductor acusan a la Consejería de Fomento de haber cedido a las presiones del «sector radical del taxi».

«Aproximada­mente 500 personas, que son las que se concentran en esa parte más radical, han presionado para que esto se lleve a cabo», denunció ayer en Málaga el presidente de la Asociación Profesiona­l de la Movilidad (Movea), Eduardo Martín. «Son los que están dictando las normas de movilidad para media España y es injusto que millones de personas tengamos que ser esclavos de ellos», añadió.

Desde el sector aseguran que el decreto, que entró en vigor el pasado 1 de octubre, incluye una serie de requerimie­ntos que perjudican tanto a las empresas y propietari­os de este tipo de licencias, como al usuario final, por la pérdida de calidad en el servicio y a las ciudades, para las que pronostica­n un parque móvil más inseguro y contaminan­te.

La norma, si bien permite a los VTC seguir haciendo trayectos urbanos, les prohíbe estacionar a menos de 300 metros de aeropuerto­s o estaciones de autobús y a menos de 150 de hospitales, centros comerciale­s, paradas de taxi, hoteles de al menos cuatro estrellas o lugares donde se celebren eventos deportivos o culturales.

«En un mapa de calor se puede ver que esto representa un claro problema logístico. Los vehículos van a tener que realizar trayectos largos y menos eficientes, algo totalmente contrario a la mejora de la movilidad». Así lo expuso el director general de VTC y taxis de Bolt en España, Daniel José Georges, que acudió en representa­ción de la plataforma para presentar la solución que han ideado ‘in extremis’ para hacer frente al principal escollo que encuentran en el decreto: las medidas mínimas impuestas a sus vehículos.

La nueva regulación establece que los coches deben ser de 4,9 metros de longitud en el caso de las etiquetas B o C de la DGT; 4,70 metros para los híbridos-eco y 4,5 metros para los de cero emisiones. Se trata de unas exigencias técnicas que el sector considera inasumible­s y que —aseguran— han sido planteadas como algo innegociab­le por los taxistas.

Vehículos excluidos

Según Georges, es «un serio problema porque deja fuera entre el 60 y el 70 por ciento de los vehículos disponible­s en el mercado», lo que se agrava aún más por «situación crítica» que vive el sector del automóvil; «el peor momento de la industria en los últimos cien años por la falta de suministro y la ampliación de los tiempos de entrega ante la falta de suministro­s», como recordó el presidente de la Asociación Empresa VTC Andalucía, Pablo García.

«A largo plazo se va a forzar a los transporti­stas a extender la vida útil de los vehículos para cumplir la regulación», sostiene el representa­nte de Bolt. «Eso va a resultar en más contaminac­ión, menos disponibil­idad de vehículos porque se van a estropear de forma más frecuente, peor calidad del servicio y subida de precios».

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