Suecia y Finlandia, dispuestas a albergar armas nucleares
La llegada de los conservadores al Gobierno sueco lima las reservas escandinavas
Desde que Suecia y Finlandia hicieron pública su solicitud de adhesión a la OTAN, Rusia ha advertido reiteradamente que el establecimiento en estos países de armamento nuclear de la Alianza tendría serias consecuencias. Los gobiernos de Estocolmo y Helsinki habían mantenido hasta ahora un perfil deliberadamente bajo de las declaraciones al respecto, pero la reciente victoria electoral en Suecia del conservador Ulf Kristersson ha supuesto un cambio en el nivel de discurso.
Kristersson se ha mostrado públicamente abierto a albergar este tipo de armas en su país en caso de ingreso en la OTAN. «Y obtendrá exactamente la misma respuesta de mí que del primer ministro finlandés», dijo en Helsinki en una rueda de prensa conjunta con su colega, la primera ministra finlandesa, Sanna Marin. «Hemos decidido juntos que no queremos cerrar ninguna puerta al futuro». Así respondió Kristersson cuando se le preguntó si Suecia y Finlandia aceptarían armas nucleares en su suelo. Aseguró que es «bastante natural que actúen juntos en estos temas» y tanto Marin como Kristersson reconocieron que las reservas podrían negociarse «más tarde».
El anterior Gobierno socialdemócrata de Suecia había rechazado el estacionamiento de armas nucleares y el Partido Socialdemócrata ha manifestado que quiere hacer valer «reservas unilaterales sobre el estacionamiento de armas nucleares y bases permanentes en territorio sueco». Pero Kristersson cuenta con el valioso apoyo del Ejército.
«Ni Finlandia ni Suecia descartan albergar armas nucleares en su suelo, aunque la pregunta es algo prematura», según el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas suecas, Micael Bydén, cuya afirmación fue respaldada por el presidente finlandés, Sauli Niinistö. Bydén ha declarado que no tiene «reservas» sobre el alojamiento de armas nucleares en Suecia.
«El Consejo no tiene reservas, y luego el nivel político tiene que intervenir y tomar las decisiones que debe tomar, ya sea que se trate de una presencia permanente de los aliados de la OTAN o de un ataque preliminar. Estas son decisiones políticas», afirmó el martes, según el diario ‘Expressen’. También agregó que las Fuerzas Armadas Suecas han hecho varias sugerencias al Gobierno, incluida la oferta de capacidades de respuesta a incidentes aerotransportados a las fuerzas navales permanentes de la OTAN, el fortalecimiento de su presencia a lo largo de la frontera oriental de la Alianza militar y la participación en la Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN y, por lo tanto, el establecimiento de un área de base para tierra. Cuando se le preguntó si podía descartar la posibilidad de que se desplegaran armas nucleares en Finlandia, Niinistö sin embargo esquivó la respuesta.
«Nos uniremos a la OTAN en los términos de esa organización. La cuestión de las armas nucleares es prematura», dijo en la apertura del Consejo Nórdico. Niinistö agregó que se toma en serio la amenaza nuclear, que se ha intensificado desde que Rusia invadió Ucrania y que el uso de armas nucleares «significaría el fin para todos».
Estrategia defensiva
«Hemos decidido que no queremos cerrar ninguna puerta al futuro», dijo Ulf Kristersson en una rueda de prensa con Sanna Marin
Hasta el momento, tres países de la OTAN tienen acceso a armas nucleares: Francia, el Reino Unido y los EE.UU. En Europa hay más de 150 bombas nucleares (B-61) que se pueden montar en aviones. Están desplegados en bases en Bélgica, Italia, los Países Bajos, Alemania y Turquía. Aunque Suecia y Finlandia no necesitan tener armas nucleares en su territorio, la membresía en la OTAN significaría indirectamente que las armas nucleares se convertirían en parte de su estrategia de defensa.
Si para Suecia este discurso nuclear ha sido ajeno durante décadas, el Gobierno de Kristersson lo ha adoptado con sorprendente naturalidad. La coalición que lidera acaba de anunciar la construcción de nuevos reactores nucleares. El Gobierno de Finlandia, sin desmentir a Suecia, camina un tramo por detrás. «Finlandia no tiene ningún plan concreto para albergar ojivas nucleares en su territorio cuando se una a la OTAN», precisó el ministro de Defensa, Antti Kaikkonen.