Trump, Musk y tú
Prefiero a Trump y Musk que a Putin, Zapatero, Roures y Maduro
PUTIN con el presidente Trump no se habría atrevido en Ucrania. Xi Jinping no estaría tan cómodo. Me gustaría tener a otro que no fuera tan exagerado, histriónico, e incluso cretino como Trump. Pero no lo tenemos. Y necesitamos dar miedo para que el occidente civilizado sea respetado y que ya no retroceda más la libertad. Prefiero al presidente Trump y a Elon Musk que a Zapatero, Roures y Maduro. Prefiero a un bocazas como Trump que a un criminal como Putin y aunque me gustaría algo más estético en mis filas, y más delicado, y más para llevarlo a cenar a los restaurantes que me gustan, yo no ceno con los presidentes de los Estados Unidos pero necesito que sean fuertes y valientes, y temerarios si es preciso; y empresarios brillantes, tozudos, extravagantes, aunque sean algo proteccionistas, porque aunque no me acabe de complacer su estilo, ni mucho menos aquel final en el Capitolio, me complace todavía menos lo contrario, que es lo que ha sucedido en América y en mi mundo desde que él ya no es el líder. Sólo la izquierda más zafia y resentida, analfabeta y destructiva, puede pensar que Biden ha protegido mejor que el presidente Trump los intereses de la Humanidad.
Del mismo modo, y por los mismos motivos, celebro que Elon Musk tire de la cadena del váter en esta gran cloaca que es Twitter. Estos despidos masivos, este apoteósico incendio de ratas, lo disfruto como una victoria personal en los casos concretos y en general. Es un espectáculo que no esperaba, ver arder el corazón de la hipocresía, la mentira y la envenenada corrección política. Prefiero los defectos del empresario Elon Musk a las supuestas virtudes de los que han dirigido la compañía hasta ahora, pisoteando la libertad y favoreciendo la terrible propaganda buenista.
No sé si el presidente Trump va a ganar siquiera las primarias en su partido, pero sí sé lo muchísimo que América y el mundo libre hemos perdido desde que se fue. Tampoco sé si Musk va a conseguir convertir Twitter en una compañía rentable y menos repugnante, pero prefiero que esté en manos de un empresario genial y visionario como él, que nos concede cada día la gracia de ir a dormir con la fundada expectativa de que mañana algo realmente extraordinario va a suceder.
Musk y Trump representan al empresario puro que crece en el ensayo-error. También encarnan y muestran, a veces muy groseramente, la inevitable imperfección del mundo, que de todos modos prefiero a los posturitas que pretenden hacernos creer que viven en un plano moral superior en el que nunca se equivocan y siempre se contienen; y que no tienen un pasado. Seamos generosos, seamos agradecidos. Seamos realistas. Es inteligente valorar a los demás por sus virtudes. Es mezquino señalarlos como inquisidores por sus faltas. Los cortes no pueden ser siempre limpios en un mundo tan envilecido. Sólo la libertad es pura. A los hombres que tienen que defenderla les podemos pedir eficacia, pero no que no se manchen.