Pablo Iglesias presionó a Yolanda Díaz con la negociación del CGPJ
Feijóo evitó una crisis en Unidas Podemos de consecuencias hoy insospechadas al bloquear la renovación Victoria Rosell
Pablo Iglesias no renuncia a ser un actor influyente en la izquierda a pesar de no tener ningún cargo político. Sus mensajes no son inofensivos. Iglesias sigue siendo un activo del partido, pero es que además preside el Instituto República y Democracia, el laboratorio de ideas de Podemos, donde fijan posición ante ideas y debates. No es cosa menor, como diría Mariano Rajoy.
Las intervenciones del expolítico durante las semanas de negociación entre el Gobierno de coalición y el Partido Popular para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) revelan su intención de responsabilizar a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de la negativa del líder de la oposición a aceptar a Victoria Rosell como candidata a vocal del órgano judicial.
Una presión que ejerce en pleno pulso de su partido con Díaz para no perder peso en el futuro dentro de la plataforma Sumar y a pocos meses del inicio del nuevo ciclo electoral. También en un momento complicado de relación de Podemos e IU, cuyo líder es el ministro de Consumo, Alberto Garzón.
«La cabeza de Rosell»
En su podcast ‘La Base’, hace una semana, Iglesias se sirvió de un artículo de un diario digital para trasladar la idea de que la vicepresidenta no estaba defendiendo con suficiente ahínco la propuesta de Rosell ante PSOE y PP por no ser independiente por su cargo en el Ministerio de Igualdad. «Cualquiera que lea el texto comprobará que la intención indisimulada del mismo es defender la posición que atribuyen a Yolanda Díaz y a IU, de estar dispuestos a entregar la cabeza de Victoria Rosell al PP», consideró Iglesias.
Rosell es actualmente la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género. El PP se negó a aceptar perfiles activos en política o que lo hayan estado en los últimos años. En esos momentos, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, no había reventado todavía la negociación por el compromiso del Gobierno de reformar el
Fuentes de la Vicepresidencia Segunda aseguran que Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, «siempre fue la primera opción» de Unidas Podemos. Se reunió cuatro veces para abordar la estrategia de negociación con el PSOE y PP.
La cláusula
La situación se complica con el requisito que pactar PSOE y PP que los candidatos no tengan vínculos con los partidos. Unidas Podemos empieza a debatir qué hacer; si proponer otros nombres. Podemos se niega en rotundo y empieza la presión a Díaz e IU.
Un activo mediático
El exvicepresidente y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, sigue siendo un activo mediático y electoral del partido. Será él junto a otros líderes del partido y de la izquierda internacional quienes cierren hoy la ‘Uni de Otoño’.
‘Universidad de Otoño’
Este fin de semana, Podemos celebra su Universidad de Otoño, un foro en el que buscan rearmarse ante el nuevo ciclo electoral. Ayer volvieron a defender como legítima la propuesta de Rosell como vocal. delito de sedición, una rebaja que beneficiaría a algunos cargos independentistas procesados. Iglesias siguió aireando la información de que Díaz no estaba yendo de la mano del partido de las ministras Ione Belarra e Irene Montero. «Podemos muy mal, muy mal, muy mal por defender la candidatura de Rosell hasta el final, porque eso va a provocar un enfrentamiento con el PSOE y el resto del espacio. Y, por otro lado, PSOE, Yolanda Díaz e IU muy bien, muy bien por aceptar el veto, porque, claro, Rosell es una candidata politizada a diferencia de los candidatos del PSOE y el PP», añadió.
Díaz y el líder del PCE, Enrique Santiago, negociaban con el PSOE en nombre de Unidas Podemos para renovar el CGPJ. Díaz llegó a convocar a todos los partidos que configuran Unidas
Podemos hasta en cuatro ocasiones para decidir la estrategia e informar de lo que les transmitían los socialistas tras sus reuniones con el PP. Fuentes de Vicepresidencia Segunda aseguran que el nombre de Rosell «siempre fue la primera opción» de Unidas Podemos y que «nunca hubo debate con eso». Sin embargo, la situación interna se complicó con la cláusula de PSOE y PP para no aceptar a candidatos a vocal del CGPJ que salieran directamente de los partidos. Requisito que, por cierto, Jueces por la Democracia demanda desde hace años.
El PP les ayudó de chiripa
Unidas Podemos se libró de un conflicto interno cuyas consecuencias no se podrán saber nunca porque Feijóo reventó la negociación y no hubo que tomar decisiones. La vicepresidenta e IU habían empezado a plantear más nombres para desatascar la renovación del órgano de poder de los jueces.
Pero Podemos se plantó en Rosell e Iglesias aumentó la presión en Twitter y en los medios acusándoles de seguidismo del PSOE y PP. «Al PP no le gusta la jueza Rosell y el PSOE no la va a defender. Normal. Lo preocupante sería otra cosa: que la izquierda cediera a la presión política del PP y del
PSOE», atizó. Podemos se negó a aceptar la cláusula de PSOE y PP que, por otro lado, no solo afectaba a Rosell sino a todos los candidatos que tenían vínculos con los partidos. Podemos sugirió incluso que si hubiesen tenido que votar en contra de lo que hiciera la otra parte de Unidas Podemos, lo hubiera hecho (Sin la participación de Podemos, las cuentas habrían salido. Pero Unidas Podemos se habría quebrado dando muestras de su debilidad).
Fue precisamente la fallida negociación del Gobierno y PP del año pasado la que aportó las primeras pistas de que la relación de Iglesias y Díaz se había empezado a deteriorar a pesar de sus años de amistad y política. ABC informó en aquel momento de que el acto de Valencia donde no fue invitado Podemos –el germen de Sumar– fue un punto de inflexión pero antes hubo gestos que intoxicaron. Sobre todo un tuit. «¿Acierta Yolanda Díaz pactando con PP y PSOE la renovación del Tribunal Constitucional aún a pesar de que ello implique votar a los candidatos del PP?», escribió Iglesias en las redes sociales (en un artículo adjunto respondía que 'sí'). «Se retrató el mismo», valoró una fuente muy cercana a Díaz. Ya entonces se tradujo como otro intento de cargar contra ella.