El mundo negocia quién paga la factura al alza de los desastres climáticos
∑La Cumbre del Clima comienza hoy en un escenario geopolítico y macroeconómico muy complicado ∑Se prevé una intensa discusión sobre cómo compensar los estragos ya inevitables del calentamiento global
Hace ya más de dos meses que el agua cubre carreteras y pueblos enteros en Jafarabad (Pakistán). Las lluvias del verano no tuvieron precedentes. Murieron 1.700 personas, casi 8 millones fueron desplazadas y los daños económicos se estiman en 30.000 millones de dólares. Para los habitantes del país, la lucha sigue siendo por la supervivencia, contra la desnutrición, la malaria o la fiebre tifoidea. «Las madres temen que sus hijos no sobrevivan», dice Catherine Weibel, de Unicef. En la Cumbre del Clima que se celebra este año en Sharm el-Sheij (Egipto) –la COP27–, las catástrofes exacerbadas por el calentamiento global como la de Pakistán han reabierto con fuerza un viejo debate: ¿quién paga la factura en la nueva era de debacle climática?
La pregunta, planteada insistentemente por los países en desarrollo, será previsiblemente uno de los debates centrales sobre los que giren las conversaciones climáticas que cada año reúnen megatoneladas
Temperatura media global
En grados centígrados a casi 200 países en el marco de la ONU. Este año se desarrolla en un contexto geopolítico y económico especialmente complicado, con la guerra de Ucrania, la crisis energética y un escenario macroeconómico en deterioro. Pero el clima tampoco ha perdonado. El calentamiento global se encuentra a 1,1 ºC sobre la era preindustrial y los impactos del cambio climático se están acelerando en forma de huracanes reforzados, lluvias torrenciales y profundas sequías.
«El IPCC –el Panel Internacional de Expertos en Cambio Climático de la ONU– dice que hay impactos climáticos a los que ya no nos podemos adaptar y hay que lidiar con los daños. Si tienes unas inundaciones tremendas como las de Pakistán necesitas dinero rápido para lidiar con ello, no poner una instancia 2025 y que meses después te contesten», ilustra Lara Lázaro, investigadora principal del Real Instituto Elcano, sobre lo que en la jerga negociadora de la COP se ha llamado ‘daños y pérdidas’.
Se trata de una vieja reclamación de los países en desarrollo que ahora ha conseguido abrirse un hueco en la cumbre climática. Naciones que apenas han contribuido con un 1% o menos a las emisiones de gases de efecto invernadero están siendo fuertemente golpeadas por el cambio climático. Pero el temor de EE.UU. –y de la UE– ya en los años 90 era sentar las bases para la reclamación de responsabilidades ‘in aeternum’.
«Vemos una aceptación general de que las pérdidas y daños deben abordarse de alguna forma. La dificultad, como de costumbre, está en los detalles; ¿cómo definimos y financiamos esto?», ha asegurado el negociador principal de Egipto, Mohamed Nasr. Es decir, está en el aire el contenido del concepto de ‘daños y pérdidas’: si se tratará de un nuevo fondo, si se adaptará algún mecanismo financiero ya existente o si será un sistema de seguros, por ejemplo. También debería aclararse qué ‘daños’ cubrirá. ¿Cómo se compensa una isla que desaparece bajo el mar? El debate probablemente no quedará resuelto en las dos semanas de Cumbre del Clima de este año.
La tensión entre China y EE.UU., la guerra y la crisis energética ya ha tenido consecuencias en la diplomacia climática
Promesas incumplidas
«Esto no es solo una cuestión de confianza entre los países desarrollados y en desarrollo. Para muchos países, es una cuestión de supervivencia», según el secretario general de la ONU, António Guterres.
Ya en 2015, en la firma del Acuerdo de París, los países desarrollados prometieron aportar 100.000 millones de dólares cada año a partir de 2020 para financiación climática y adaptación. Pasado el plazo, no han cumplido –van por 83.300 millones–, lo que hace desconfiar a los estados más afectados y obliga a poner de nuevo sobre la mesa la cuestión financiera.
«La cruda realidad es que el mundo se está quedando sin tiempo. Los países vulnerables como los nuestros y otros en todo el mundo no pueden darse el lujo de ver más retrasos y ‘greenwashing’», han dicho esta semana un grupo de expresidentes de países del Pacífico como islas Marshall, Palau y Kiribati en un comunicado conjunto.
Los impactos del cambio climático se están acelerando. Este 2022 ha sido, de hecho, un año de extremos. No solo