Los médicos madrileños exigen renegociar las nuevas urgencias
La reivindicación une al Colegio de Médicos, sindicatos y entidades profesionales
El conflicto en la Atención Primaria madrileña, a raíz de la puesta en marcha del nuevo modelo de urgencias extrahospitalarias, ha concitado un amplísimo apoyo del sector en su contra. Así lo demuestra el documento conjunto que presentaron ayer el Colegio Oficial de Médicos y hasta ocho sociedades profesionales y médicas y sindicatos del sector, en el que exigen que se revierta esta reestructuración hasta que se negocie con los profesionales. Y también, que cese la «politización» respecto al tema. La Consejería de Sanidad ha citado esta mañana a todos los sindicatos para debatir sobre estas urgencias.
Madrid cerró sus centros de urgencia de Atención Primaria –más de 30– al inicio de la pandemia. Los que abren en las zonas rurales, 40, continuaron funcionando. Tras dos años de peticiones sindicales y políticas para que reabrieran, la Consejería de Sanidad decidió hacerlo este otoño, con un modelo diferente, contando con el resto de personal de Atención Primaria como voluntarios para hacer jornadas complementarias. Un modelo que se iba a aplicar transitoriamente hasta fin de año mientras se terminaba de limar la negociación con los sindicatos.
Pero el mayoritario entre ellos rechazó el acuerdo y mantuvo la convocatoria de huelga, y los otros cuatro que en principio firmaron estas condiciones se han terminado descolgando tras denunciar incumplimientos de la Administración.
Precipitado
En su comunicado conjunto de ayer, médicos de una variada muestra de sociedades y asociaciones coincidían en el diagnóstico: rechazan el nuevo modelo de urgencias extrahospitalarias porque su «precipitación está provocando numerosas incidencias». Estiman además que faltan médicos en la misma: los 80 puntos de urgencias son cubiertos por los 228 médicos de los servicios rurales, de los que además 28 han renunciado al puesto en protesta por las condiciones de trabajo. Según sus cálculos, serían necesarios unos 480 médicos para cubrir todos estos puntos de atención.
Los profesionales criticaron «la desorganización en la apertura» de estos centros, que ha supuesto «cambios forzados en condiciones laborales realizados de forma precipitada, con órdenes verbales de desplazamiento sin dejar constancia por escrito», o «avisando a los profesionales con un mensaje al correo institucional enviado de madrugada, con el