Fichas de un juego que dan suerte para la otra vida
Las fichas de juego que acompañaban a las difuntas en las sepulturas en su viaje al mundo de los muertos puede tener, según los investigadores, la misión de darles suerte en la otra vida. Estas piezas no son ajenas a las tumbas, pues, en contextos funerarios, se han hallado en otras ocasiones. Lo que sí es claramente excepcional es el número de este tipo de piezas en una sola sepultura. Sólo hay una tumba con más piezas de este estilo en toda Europa. Apareció en 1996 en la localidad de Essex (Inglaterra). Ha sido el hallazgo más extraordinario, ya que el resto de tumbas, 30 inhumaciones y 24 incineraciones, se han extraído cuerpos y ajuares aunque carecen de la excepcionalidad de ésta.
Para su excavación en condiciones óptimas de conservación y de seguridad el sarcófago de plomo se trasladó a las dependencias del Museo de la Ciudad de Antequera, donde pudo ser estudiado con detenimiento. A parte de los restos óseos conservados en el interior del sarcófago, se ha documentado un ajuar con muy pocos paralelos en el mundo romano: quince ungüentarios de vidrio, dos jarros de mismo material, una moneda de mediados del siglo II d.C., varias cuentas de pasta vítrea y 25 fichas del juego ‘ludus latrunculorum’.
Este entretenimiento se conocía como ‘juego de los ladrones’, el más popular en la Antigua Roma. En el enterramiento superpuesto había otras 17 fichas del mismo juego, cuentas de pasta vítrea, seis canicas de cristal y una lucerna del siglo II d.C.
Según los arqueólogos, los dobles enterramiento son relativamente frecuentes, aunque el abundante ajuar con que se acompañó la inhumación del sarcófago de plomo es realmente sorprendente. Estamos ante uno de los enterramientos con esta tipología más antiguos de la Hispania Romana.
Destaca la secuencia de enterramientos en la ‘tumba 307’, prácticamente contemporáneos, y el ajuar asociado a los mismos. Esta sepultura plantea más dudas que certezas. El análisis antropológico definitivo y los estudios de ADN de los cuatro cuerpos podrán despejar algunas de las incógnitas en el futuro.
Las piezas arqueológicas están expuestas en el museo de la ciudad de Antequera