Sánchez necesita un NODO
Visto su desdén por las reglas de la democracia, no descartemos que Narciso imponga su sueño húmedo.
INSPIRADA por la devoción que profesa a quien la nombró, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, confesó el pasado jueves el anhelo que habita en ambos: la creación de un «espacio de información pública» en todos los medios de comunicación. O sea, un NODO 4.0 de obligada inserción en prensa, radio y televisión, donde el Ejecutivo pueda colar su propaganda sin la molestia inherente a pasar por el filtro de periodistas independientes. El Ministerio de la Presidencia aclaró más tarde que no se trataba de una propuesta formal, sino de una «idea lanzada en una charla», aunque la ‘idea’ en cuestión refleja perfectamente el desprecio del presidente por la libertad de expresión. No en vano se deja entrevistar exclusivamente por sus comunicadores de cámara en los medios que le bailan el agua. A su modo de ver narcisista, cualquier crítica hacia su persona solo puede responder a motivaciones espurias y cualquier noticia contraria a sus intereses no merece ver la luz. De ahí la necesidad de contar con una parcela informativa sujeta únicamente a su albedrío, donde la mentira campe a sus anchas y la loa regale a toda hora sus oídos.
En ese NODO dedicado a ensalzar las glorias de Sánchez, la rebaja del delito de sedición no sería una claudicación ante el chantaje del independentismo catalán, destinada a facilitar el regreso a las instituciones de los golpistas condenados e indultar por segunda vez su delito, a costa de humillar a la Justicia y desarmar al Estado, sino un retoque del Código Penal en línea con los vigentes en los países vecinos. Como bien decía Goebbels, un embuste mil veces repetido acaba convirtiéndose en verdad.
En ese NODO dedicado a ensalzar las glorias de Sánchez, los sucesos acaecidos en la valla de Melilla se habrían «resuelto bien por parte de los dos cuerpos de seguridad, tanto de España como de Marruecos» (sic), sin fallecidos en el lado español y sin vídeos susceptibles de aclarar lo sucedido. La Guardia Civil desplegada allí dispondría de medios suficientes y nuestro país no estaría en la picota ante la comunidad internacional por un reportaje de la BBC.
En ese NODO dedicado a ensalzar las glorias de Sánchez, Marlaska sería un probo ministro del Interior y no el encargado de llevar a cabo tareas tan repugnantes como el encubrimiento de esos hechos o el acercamiento de los asesinos etarras a prisiones vascas para su posterior excarcelación, en cumplimiento de los acuerdos suscritos con los terroristas.
En ese NODO dedicado a ensalzar las glorias de Sánchez, la economía española crecería un 2,1 el año que viene, que es lo contemplado en los Presupuestos aprobados a cambio de cumplir las exigencias del separatismo, y no la mitad, como alertan desde Bruselas.
Visto su total desdén por las reglas de la democracia, no descartemos que Narciso imponga su sueño húmedo.