La ley en Europa, más dura con los ataques a la Constitución
No hay comparación en cuanto a la tipología, sí en las penas por conductas equivalentes
El argumento principal del Gobierno para justificar la derogación del delito de sedición es su falta de homologación con el resto de países europeos, una consideración que podría ser cierta en cuanto a lo nominativo pero en ningún caso en cuanto a las penas que podrían aplicarse por conductas equivalentes a las que se vieron en Cataluña en el otoño de 2017, que se saldaron con condenas de entre nueve y trece años, por debajo incluso de lo trasladable a otros países.
Alemania: de diez años a cadena perpetua
En Alemania, los equivalentes a rebelión y sedición son los delitos de alta traición contra la Federación o contra un estado. La primera consiste en intentar perjudicar la existencia de la Federación o cambiar el orden constitucional; la segunda, considerada menos grave, incluye una modalidad destinada a perseguir los intentos de agregar o separar un territorio o un estado. Condena de diez años a perpetua.
Francia: hasta quince años de prisión
En Francia no hay partidos independentistas, pero los delitos de rebelión y sedición están severamente castigados. El delito de rebelión está definido por el artículo 433-6 del Código Penal, en estos términos: «Constituye un delito de rebelión el hecho de oponer resistencia, por la fuerza, a una persona depositaria de la autoridad pública o encargada de una misión de orden público, en el ejercicio de sus funciones, para ejecutar leyes, cumplir órdenes o ejecutar decisiones o sentencias de justicia».
El legislador no da una definición precisa de la noción «resistencia violenta», dejando a los jueces la aplicación de la jurisprudencia en cada caso. Las penas pueden oscilar de dos a tres años de cárcel y de 30.000 a 45.000 euros de multa. Cuando el delito de rebelión se ha cometido en grupo «con circunstancia agravantes», puede castigarse con cinco años de ingreso en prisión. El delito de sedición está tipificado por el artículo 412-3 del Código penal y es definido de este modo: «Constituye un movimiento insurreccional toda violencia colectiva de naturaleza a poner en peligro las instituciones de la República o amenazar la integridad del territorio nacional». El artículo 412-5 del Código Penal castiga la sedición con quince años de cárcel y 225.000 euros de multa.
En Portugal no existen los nacionalismos ni, por tanto, los partidos independentistas. Las dos únicas regiones autónomas corresponden a los archipiélagos de Madeira y de Azores pero con un número muy limitado de competencias. Partiendo de ahí, no se contemplan los delitos de sedición ni de rebelión, aunque se mencionan algunos tipos de conducta que pueden perjudicar al Estado (más por cobertura teórica que otra cosa).
Reino Unido: el equivalente de la «traición»
En Alemania, el delito equivalente de alta traición contra la Federación o un estado implica de diez años a cadena perpetua
Sobre la base del sistema jurisprudencial, ‘common law’, las leyes británicas no recogen el delito de rebelión. Lo más parecido es el delito de traición y la sedición fue abolida como tal. También se recoge un delito contra el orden público, cuya proporción punitiva con la legislación española es diferente. No existe legislación en el Reino Unido sobre el delito específico de malversación, que puede juzgarse bajo los paraguas de robo, fraude o lavado de dinero. Pueden ser penados con un máximo de diez años de cárcel.